Japón se enfrenta a un panorama económico problemático al tener que lidiar con el deterioro de su industria electrónica.
La atención mundial en los últimos meses ha estado centrada en los problemas que aquejan a la Eurozona: el rescate a la banca española, la posible salida de Grecia y el debate sobre el rompimiento de la comunidad europea.
Debido a estas cuestiones no se ha puesto suficiente atención a algunas otras problemáticas, como el caso de Japón.
La otrora segunda potencia económica mundial lucha por mantenerse, pero el deterioro de una de sus industrias insignia, la electrónica, dan un nuevo revés a sus aspiraciones de ser la gran potencia económica que todo el mundo vaticinaba hace 30 años.
Debido a la frágil condición de su industria tecnológica se pronostica una ola de desempleo que podría hundir fuertemente su economía.
Aquel Japón que era el líder en innovación tecnológica ha dado un paso atrás, ya que las grandes corporaciones han perdido terreno frente a la competencia internacional.
Retrocediendo un poco vemos que el auge del crecimiento de Japón durante la época de los 60 y 70 se debió en gran parte a la innovación.
A pesar de ser un país pequeño, figuraba entre las principales economías debido a los productos de alta tecnología que producía. Esto fue factible gracias a los altos niveles de inversión en capital durante esa época, llegando en su máximo a un 30 por ciento del PIB.
Sin embargo, por su naturaleza, el mercado de tecnología cambia constantemente y empresas como Sony y Panasonic no parecen poder seguir el ritmo. Por eso desde los 90 la industria electrónica japonesa ha tenido problemas al enfrentar una competencia feroz.
Sony: Acción a la baja
Con la noticia más reciente de Sony las preocupaciones de la industria electrónica japonesa se vuelven cada vez mayores. Lo que ocurrió fue que el precio de su acción hace unos días tocó el punto más bajo en su historia desde 1980.
Este indicador es sumamente preocupante, pero es solo la punta del iceberg que advierte la decadencia de la industria electrónica. La problemática ha estado presente desde hace tiempo, y Sony en particular ha tenido un año tormentoso.
En febrero empezó el declive con la baja en la calificación crediticia a Sony por parte de Standar & Poor’s. Debido a una “masiva erosión en precios y competencia severa” se le atribuyó una calificación de BBB+.
Después de esto, el reporte anual presentado en marzo llegó con malas noticias para Sony en distintos aspectos.
Entre ellos la mayor pérdida anual de utilidades en su historia llegando a 5.9 mil millones de dólares.
Además sus pasivos se elevaron en un 8 por ciento respecto al año anterior, lo cual representa un potencial peligro de caer en la imposibilidad de pagar sus deudas.
En abril el director general anunció una serie de iniciativas para mejorar la empresa. Entre ellas la venta de una unidad química así como la expansión en el mercado de cámaras digitales, dispositivos móviles y videojuegos.
Pero lo preocupante es que dentro de sus acciones a tomar se incluye una reducción de 10 mil empleados.
Este es la segunda ola de despidos masiva después de que la empresa se deshizo de 16 mil trabajadores en el 2008.
Para visualizar aun más la fuerte contracción que ha tenido este conglomerado en la última década basta con ver su valor de mercado.
En marzo del 2000 tenía una valoración de 125 mil millones de dólares, actualmente vale menos de 13 mil millones.
Además, en el 2005 Sony figuraba en el lugar 47 en la lista de Fortune Global 500 por volumen de ventas, en la última lista actualizada para el 2011 se encuentra en el 73.
Panasonic: Cierre de fábricas
Por su parte, Panasonic también ha sufrido en el último año. En su último estado financiero publicado también en marzo se da a conocer una utilidad negativa de un poco más de 9 mil 500 millones de dólares.
A raíz de esto el corporativo anunció la posibilidad de recortar a 17 mil empleados y cerrar 70 fábricas.
Solo entre estas dos corporaciones podría haber 27 mil personas ingresando a las filas del desempleo, lo cual será un problema difícil de manejar.
Esta industria japonesa llegó a ser puntera en el mercado debido a sus productos de alta calidad y bajos precios.Lo preocupante para Japón es que la fuerza de las empresas tecnológicas en Estados Unidos es gracias a la creatividad de sus productos y no a políticas comerciales.
Por un lado la penetración en el mercado de Internet, como el caso de Google y Facebook que prácticamente controlan el tráfico en línea.
Además Apple, IBM y recientemente Microsoft incursionaron en encontrar nuevos nichos de mercado.
El deterioro de esta industria nipona viene desde la crisis de los precios de los activos en Japón y la respectiva deflación prolongada.
Debido a la baja en consumo las grandes corporaciones, como los casos mencionados de Sony y Panasonic, tuvieron que reducir su inversión en investigación y desarrollo.
Esto ha sido uno de sus grandes problemas, ya que en el mercado que compiten es vital invertir en innovación para no quedarse atrás, cosa que ya está sucediendo.
Ante la frágil condición de su industria tecnológica se pronostica una ola de desempleo que podría hundir fuertemente a la economía de Japón.