Tras las investigaciones por actos de corrupción en México, Wal-Mart se ha visto en la necesidad de postergar ambiciosos planes de expansión en todo el mundo.
El último fuego corporativo que tienen que apagar es en India, donde el parlamento local es poco amigable con la empresa, incluso desde antes de que iniciara el escándalo de la filial en México.
Citando preocupaciones de pequeñas empresas, los partidos opositores en aquel país, e incluso algunos aliados al gobierno, han hecho difícil la inversión de empresas como Wal-Mart en el sector minorista.
Fue solo hasta septiembre que permitieron a la multinacional entrar al mercado mediante una asociación con el grupo local Bharti. Los esperados planes de expansión tendrán que esperar ante otro posible caso de prácticas corruptas.
Mayor presión
El viernes, algunos diarios en India anunciaron que el principal directivo financiero, Pankaj Madan, de la empresa Wal-Mart en aquel país, así como cuatro miembros de su equipo legal, han sido suspendidos por el corporativo global por una investigación sobre corrupción.
En una similitud con el caso mexicano, las cinco personas eran encargadas de obtener permisos para nuevas tiendas. La suspensión de ellas lleva a creer que se trata de una investigación a actos parecidos, en los que habrían ofrecido dinero a cambio de los permisos.
De acuerdo a la Ley de Prácticas Corruptas Foráneas, una empresa estadounidense puede ser multada o sus directivos acusados penalmente por prácticas de corrupción en otros países. Ante los descubrimientos en México, la empresa ha incrementado su vigilancia interna para evitar más episodios similares.
Por ejemplo, Wal-Mart anunció además, que no solo se trata de India, sino que están actualmente investigando prácticas parecidas en China y Brasil.
Por su parte, la agencia de noticias Reuters dio a conocer el mismo viernes que las autoridades indias también están tras la pista de los quehaceres del corporativo.
Se trata de una investigación a denuncias de que Wal-Mart violó diversas leyes sobre compra de divisas, al invertir 100 millones de dólares en una empresa propiedad de Bharti.
Lo que parecía un caso aislado, ahora pinta para ser un problema sistemático dentro de la transnacional estadounidense.
