Pemex negocia otro acuerdo prenupcial. La empresa dirigida por Octavio Romero Oropeza se sentó en la mesa con Hokchi Energy para determinar quién será el operador del yacimiento asociado al pozo Itta-1EXP en aguas someras del Golfo de México.
La orden de la Secretaría de Energía (Sener) es que ambos jugadores participen en la exploración y desarrollo del área, de lo contrario será la dependencia a cargo de Rocío Nahle la que dé la última palabra.
Hace más de un año, Pemex Exploración y Producción (PEP) perforó el pozo y en mayo pasado la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) ratificó el descubrimiento.
Sin embargo, durante el proceso el órgano regulador detectó que el bloque tiene un intervalo en un área adyacente de aguas someras perteneciente a Hokchi Energy, compañía mexicana filial de Pan American Energy.
Un punto crucial en las negociaciones es que si Pemex acepta los términos estará obligado a compartir información sobre Itta1EXP, con el propósito de que se pueda establecer la existencia de un yacimiento compartido.
El pozo cuenta con una producción de 29 millones de barriles de crudo y 18 mil millones de pies cúbicos de gas natural, de acuerdo con información de la CNH.
Hokchi Energy se convirtió en la primera empresa privada en generar recursos al Gobierno federal, gracias a un contrato de producción compartida asignado durante las rondas petroleras.
Adrián Calcáneo, director de Midstream y Líquidos en IHS Markit, asegura que la Empresa Productiva del Estado (EPE) no está dispuesta a ceder el control de ningún yacimiento porque hoy más que nunca necesita mejorar sus números y la intención de querer controlar todo en el sector energético responde a exigencias desde Palacio Nacional.
El último reporte operativo de Petróleos Mexicanos reveló que su producción cayó en julio a un millón 595 mil barriles diarios (mbd), un nivel no visto en más de 40 años. La meta para el siguiente año es de 2.2 mbd, mientras que para el cierre del actual sexenio se busca conseguir una base de 2.4 mbd. Un deseo nada sencillo al tomar en cuenta el actual panorama.
Ceder para ganar
Con esta negociación, la Empresa Productiva del Estado (EPE) se enfrenta a su segunda orden de unificación para un yacimiento con privados.
El otro proceso que tiene abierto es con Talos Energy por el campo Zama, ubicado a 60.5 kilómetros del puerto de Dos Bocas, en Tabasco. El 07 de julio, la estadounidense anunció que recibió la notificación por parte de Sener para llegar a un convenio.
A partir de esa fecha, las empresas tienen 120 días hábiles para presentar un Acuerdo de Unidad y Operación de la Unidad, mismo que se entregará a la dependencia federal para su aprobación.
En 2018, la CNH aprobó el Plan de Desarrollo en el campo Hokchi en el Golfo de México. De esta manera, Hokchi Energy se convirtió en el primer operador privado en recibir dicha autorización tras la aprobación de la Reforma Energética.
La empresa contempló la instalación de dos plataformas, que abarcan siete pozos productores y siete pozos inyectores vinculados a una planta de procesamiento on shore. El desarrollo de Hokchi tiene como objetivo producir 147.8 millones de barriles de petróleo y 45.4 billones de pies cúbicos de gas, con un factor de recobro de 37 por ciento.
El experto Adrián Calcáneo confía que en los siguientes meses se llegue a un buen puerto con Hokchi Energy, ya que por cada barril que es recuperable y que no se saca del subsuelo se pierde dinero.
“Lo ideal sería que Pemex se asociara para poder hacer más con los mismos recursos, no solo para producir, también para manejar mejor los riesgos. Independientemente de la optimización de la riqueza debe ganar aquella empresa que presente el mejor plan sin importa cómo se llame”.