Continente unido

Hace dos años, el entonces embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, dijo que  el país estaba comprometido con profundizar la integración económica de América del Norte con el fin de convertirla en la región más competitiva del mundo.

Para refrendar el tema, Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones Exteriores, se reunió el viernes pasado en la ciudad de Quebec con sus similares de Estados Unidos y Canadá.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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82
por ciento de las exportaciones mexicanas van a EU, nuestro primer socio
comercial, evidenciando la dependencia respecto a este mercado
"Ahora más que nunca, los líderes de América del Norte deben de estar comprometidos en alcanzar una mayor integración económica”
Claudia Ruiz Massieusecretaria de Relaciones

Hace dos años, el entonces embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, dijo que  el país estaba comprometido con profundizar la integración económica de América del Norte con el fin de convertirla en la región más competitiva del mundo.

Para refrendar el tema, Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones Exteriores, se reunió el viernes pasado en la ciudad de Quebec con sus similares de Estados Unidos y Canadá.

La firma de consultoría McKinsey & Co. estima que si los tres gobiernos de América del Norte se abocan a implementar políticas que refuercen la competitividad regional, el PIB de las tres economías se incrementaría en 8 billones de dólares adicionales para 2040.

A pesar de que el TPP representa una oportunidad para explorar nuevos mercados, las relaciones comerciales entre los miembros del TLCAN continúan siendo la base del sector exportador de los tres países. 

El 82 por ciento de las exportaciones mexicanas se destinan a Estados Unidos. A su vez, alrededor de dos tercios de las mercancías de Estados Unidos que se venden en el exterior tienen como destino a México y Canadá.

Las sinergias de infraestructura y cooperación regulatoria derivadas del TLCAN le han redituado a Estados Unidos en un momento en el que la actividad comercial a nivel global se encuentra en declive. 

Desde el 2009, el crecimiento del comercio de Estados Unidos con México y Canadá ha superado al crecimiento de la actividad comercial con el resto de sus socios.

Además, América del Norte cuenta con tres de los principales productores de petróleo en el mundo. La revolución del gas shale en Estados Unidos, las reservas probadas de Canadá que equivalen a 173 mil millones de barriles, de acuerdo a la revista Oil & Gas Journal, y la apertura del sector energético en México hacen de la región una potencia energética. 

Michael Kergin, exembajador de Canadá en Estados Unidos; Arturo Sarukhan, exembajador de México en Estados Unidos, y Anthony Wayne, exembajador de Estados Unidos en México, hicieron un llamado conjunto para priorizar la integración regional y dejar de subestimar la relación entre los miembros del TLCAN.

Cooperación canadiense

Estados Unidos ha sido el principal promotor del TPP. México y Canadá, altamente dependientes del mercado estadounidense, no podían quedarse atrás y ser excluidos del acuerdo comercial más grande del mundo.

La inclusión de países exportadores con bajos costos laborales del sudeste asiático como Vietnam, cuya economía creció 6.9 por ciento en el 2015, y como Malasia, cuya expansión fue de 4.5 por ciento, obligó a México a involucrarse en las negociaciones.

Sin embargo, el país se enfrentó a un reto inesperado: Estados Unidos estaba negociando con Japón un acuerdo paralelo al TPP para reforzar la vinculación entre ambos países en la industria automotriz. 

Esto representó una amenaza directa para uno de los sectores de exportación más significativos de México y Canadá.

Francisco Suárez, exembajador de México en Canadá, describió el acuerdo entre EU y Japón como inaceptable y añadió que incluso puso en juego a todo el TPP. Reconoció que la noticia “los sorprendió con la guardia baja”.

México y Canadá cabildearon para modificar el acuerdo estadounidense y finalmente se llegó a un compromiso. 

No obstante, esto puso de relieve la necesidad de crear un contrapeso que pueda restar dominancia al poder de negociación de Estados Unidos en América del Norte.

Ésta no fue la primera vez que la cooperación de México y Canadá se tradujo en resultados concretos. El año pasado, ambos países presentaron un caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para echar abajo la política estadounidense de etiquetado de país de origen. 

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