Autoridades monetarias de diversas latitudes del mundo vigilan y han establecido medidas para tratar de controlar el incremento de precios que se ha observado en lo que va del 2021. Durante los primeros dos trimestres del año especialistas señalaban que el aumento de la inflación podría tratarse de un efecto transitorio generado por la base de comparación con el 2020, cuando los precios disminuyeron debido el paro en varios sectores de la economía para tratar de contener la expansión de la pandemia por COVID-19.
En México, por ejemplo, en abril de 2020 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 2.15 por ciento, la segunda más baja de la que se tiene registro en México; en contraste, en abril de 2021 se ubicó en 6.08 por ciento.
Pero dichas presiones inflacionarias se observan en diversas regiones del mundo, en gran medida impulsadas por una serie de choques, tanto de oferta como de demanda, que han dificultado la reacción por parte de la política monetaria, advierte el analisis publicado ayer por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“El efecto base de comparación se vio mucho en abril y mayo en el Occidente (del mundo), porque en China el paro fue en el primer trimestre. Pero se ve muy claro porque muchos precios de los servicios se volvieron irrelevantes o bajaron mucho como tarifas aéreas, servicios turísticos, el precio de la gasolina cayó hasta en 20 por ciento a nivel global. Entonces la variación anual claramente es más alta, eso te genera ese efecto de base de comparación anual”, explica Gabriel Casillas, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF.
Sin embargo, hay inquietud si se trata sólo de un efecto transitorio, sobre todo luego de que ayer se dieron a conocer los datos de inflación en Estados Unidos de junio que generó “una sorpresa negativa a los mercados”, pues la inflación anual subió de 5.0 a 5.4 por ciento pese a que la expectativa era que descendiera ligeramente hacia 4.9 por ciento y en su variación mensual el dato fue del orden de 0.9 por ciento.
El dato de inflación de junio en Estados Unidos es el más elevado en 13 años y genera temores en torno a que la Reserva Federal (FED) modifique su estrategia de política monetaria antes de lo previsto, de acuerdo con un análisis elaborado por Monex.
“La cifra se explicó en gran medida por las fuertes alzas en los autos nuevos y usados, pero también comienzan a acumularse las presiones por el lado de los servicios, que se han visto impactados por la acelerada reactivación económica”, señala el grupo financiero.
Por el lado de los servicios, la hotelería, transporte aéreo, renta de vehículos y la renta de vivienda son los que más incremento registraron en sus costos.
“La publicación del dato de junio cimbra el panorama de estabilidad que empezaba a asentarse en los mercados. Similar a lo acontecido en México, pensamos que será inevitable que los miembros de la Fed reconozcan una desviación significativa en términos de duración y magnitud respecto al escenario base para la inflación”, apunta Monex.
Caso mexicano de la inflación
Además del efecto de la base de comparación, el aumento de la inflación en México puede estar impulsado por dos elementos: la asimetría en los precios de los combustibles y la falta de apoyo fiscal durante la pandemia, afirma Casillas.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.53 por ciento en junio respecto al mes anterior y en su variación anual se situó en 5.88 por ciento, de acuerdo con la medición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este resultado continúa alejado del rango objetivo del tres por ciento establecido por el Banco de México (Banxico).
“En muchos países hubo un estímulo fiscal. Por ejemplo, gimnasios, hoteles, restaurantes recibieron dinero público del gobierno para subsistir, a la hora que gente regresa a demandar estos servicios, encuentra estas empresas porque existen. En México como no hubo paquete de estímulos fiscal entonces cuando el mexicano regresan a demandar estos servicios, no están y los costos de arranque son importantes y se le va a cobrar al consumidor”, explica el integrante del IMEF.
El jitomate, la naranja, el transporte aéreo, el gas LP y la tortilla de maíz fueron algunos de los productos y servicios que reflejaron las mayores alzas de precio en junio de 2021 y provocaron el incremento de la inflación.
Otros productos y servicios que registraron alzas durante junio fueron la carne de res, la carne de cerdo, la vivienda propia, las loncherías, fondas, torterías y taquerías, además de restaurantes y similares.