Los indicadores que miden el comportamiento y percepción del consumo dentro del país han confirmado que la tendencia que conservaba ha cambiado, registrando ahora una desaceleración que pone en tela de juicio su vigencia como motor de la economía nacional.
Hace apenas dos años se hablaba de que el consumo privado, ese que llevan a cabo más de 30 millones de hogares que existen en el país, había tomado tal impulso que se había convertido en uno de los pilares del crecimiento económico; sin embargo, actualmente el panorama figura diametralmente distinto, ya que los últimos datos disponibles al respecto proyectan una tendencia de desaceleración.
Por ejemplo, el Indicador Oportuno del Consumo Privado prevé una tendencia decreciente en el último bimestre al alcanzar un crecimiento de 0.2 por ciento en agosto y -0.1 por ciento en septiembre, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“Consideramos que el lento dinamismo del consumo privado se extenderá hacia los siguientes trimestres, en un entorno de menor crecimiento en otros segmentos de la economía (con transmisión hacia el sector terciario). Como resultado de la ralentización de la actividad económica en la primera mitad del año, y de la expectativa de bajo crecimiento para el segundo semestre, estimamos que el Producto Interno Bruto registrará una variación anual de 1.2 por ciento para 2024; en 2025 el Producto Interno Bruto crecería 1.0 por ciento, ante la prolongada debilidad de la demanda interna”, ha expuesto al respecto, BBVA Research.
Tal tendencia ha derivado en que la confianza del consumidor también comience a verse afectada, como lo expuso el indicador encargado de exponer la opinión que los mexicanos tienen sobre la situación actual y futura de la economía del país, el cual pese a mantenerse en máximos históricos, ha registrado un comportamiento errático durante este año.
De lo anterior que Inegi haya destacado que: “El rubro que capta la expectativa sobre la situación económica de los miembros del hogar dentro de 12 meses respecto de la que registran en el momento actual mostró una caída mensual de 1.1 puntos. El indicador que mide la percepción de los consumidores acerca de la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses redujo 0.5 puntos. El componente relativo a la condición económica del país esperada dentro de un año respecto de la actual disminuyó 0.2 puntos. Finalmente, el rubro correspondiente a la opinión sobre las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para efectuar compras de bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos retrocedió 0.2 puntos”.
Incluso, el cambio en los hábitos de consumo de millones de mexicanos es una cuestión que comienza a contemplarse, al respecto, la consultoría Kantar México ha detectado que como consecuencia de las presiones inflacionarias vigentes, 53 por ciento de los consumidores en el país van a buscar incrementar la cantidad de ocasiones en las que cocinarán en casa antes de consumir fuera de ella, principalmente con el motivo de ahorrar.
Empresarios y analistas también perciben la desaceleración del consumo privado
Por el lado de los productores, comerciantes y hasta directivos de empresas se ha logrado percibir un panorama contrario al que consolidó al consumo privado como uno de los motores de la economía nacional, y que concuerda con la previsión de un menor crecimiento económico como consecuencia.
En ese sentido, que los analistas de mercado consideren que las economía mexicana crecerá 1.5 por ciento al cierre de este año toma sentido si se considera que la confianza empresarial ha venido a menos, de la misma forma que las expectativas y la percepción de las y los directivos empresariales sobre el comportamiento del sector manufacturero en México, de acuerdo con Inegi.
“El consumo privado se había recuperado desde el segundo semestre de 2022 impulsado por la mejora del mercado laboral y los elevados flujos de remesas. Sin embargo, en lo que resta del año, esperamos que el consumo se desacelere debido a la creciente debilidad en el mercado laboral, un menor aumento estimado de los ingresos de los hogares, un menor impulso fiscal y altas tasas de interés reales”, advirtió la dirección de estudios económicos de Citibanamex sobre el tema.