El consumo de los mexicanos es el mejor termómetro para conocer cómo va el país, sin embargo, con la desaceleración reportada durante el año pasado los consumidores moderaron sus compras por el temor en el rumbo de la economía.
Las ventas minoristas en México mantuvieron su tendencia a la baja en octubre al disminuir 0.8 por ciento en comparación anual, de acuerdo con la última actualización del Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), publicado por el Inegi.
Esto quiere decir que en los próximos meses los mexicanos serán más cautelosos al momento de realizar la compra de algún bien como un automóvil o una casa. A esto se suma que los analistas mantienen una perspectiva con ciertas reservas ante la amenaza de que la actividad comercial en el primer trimestre del año no se logre recuperar.
0.8
Las decisiones de los consumidores al cierre del año pasado pesaron sobre los ingresos de los grandes minoristas. Walmart es la que tuvo el mayor tropiezo, dado el volumen de ventas que reporta en el mercado mexicano.
Aun con las estrategias emprendidas durante el Buen Fin, la cadena estadounidense reportó cifras por debajo de las expectativas de los analistas, con lo que cerró 2019 con la etiqueta de haber sido el peor en al menos los últimos cinco años.
En diciembre pasado las ventas totales de Walmart crecieron 4.1 por ciento a 73 mil 652 millones de pesos, en contraste con el mismo mes del año previo. Aunque la cifra puede parecer alentadora la realidad es que es la más débil desde 2014.
El consumo privado es el principal motor de la economía mexicana, debido a que representa aproximadamente 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Entonces si la maquinaria no funciona como se debe el resultado se verá reflejado en las compras de los mexicanos.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y e Crecimiento Económico (IDIC), explica que el consumo marca el ritmo que tendrá la actividad económica y es la variable que determina su evolución, además de que mantiene en equilibro al sistema productivo.
“Que el gasto fluya y beneficie a todo un país depende de la situación laboral y los ingresos que se perciban, pues si no hay oferta de empleos y las personas ganan menos de dos salarios mínimos no hay manera de que el gasto se distribuya en los diferentes sectores que tiene el país, provocando el estancamiento de la economía”, detalla el doctor en economía.
¿Estrategia insuficiente?
A inicios de este mes entró en vigor la nueva política del salario mínimo, con la que se incrementó en 20 por ciento el nivel de las percepciones de los mexicanos.
No obstante, la mayor crítica que se le hizo a esta política fue que solo gozarán de este beneficio uno de cada cinco trabajadores, al tomar en cuenta que 10.9 millones de mexicanos reciben al menos un salario mínimo, de acuerdo con cifras del Inegi.
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José Luis de la Cruz argumenta que el incremento que se hizo al salario mínimo no va a alcanzar para mover el consumo privado, pues ese depende más de los grupos de familias que ganan dos o más salarios mínimos. Asimismo, comenta que este año va a ser muy complicado para el mercado laboral, sobre todo durante los primeros cuatro meses.
La primera parte del año va a ser débil para el consumo y va a depender de la capacidad que tendrán los programas del gobierno de reactivar la economía y de la postura que tenga el sector privado
