La gestión del mandatario impulsado por la coalición “La Libertad Avanza” ha tenido una repercusión profunda en los ingresos y calidad de vida de millones de ciudadanos argentinos, cuestión que comienza a visibilizarse incluso antes de que Milei cumpla un año en el poder.
Aunque la promesa del considerado “primer presidente libertario de la historia” era la de generar las condiciones para que Argentina pudiera figurar entre las naciones con una economía próspera, actualmente la nación sudamericana arroja señales de alerta por el efecto negativo que sus medidas han generado.
Por ejemplo, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) ha detectado que tres cuartas partes de la sociedad argentina no cuentan con condiciones económicas que puedan brindar una calidad de vida adecuada, ya que las presiones inflacionarias persistentes, el aumento de la desocupación al arranque del año y los recortes en gasto público han impactado de forma negativa y profunda a su bolsillo.
“Desgraciadamente, la pobreza en Argentina se puede observar por todas partes: en las calles, en los hogares, en los supermercados, en las fábricas, en las tiendas, en los hospitales, en las escuelas. Hay muchas cifras que corroboran este mal vivir en estos ocho meses de gobierno de Milei. Y todas coinciden en lo mismo: la clase media apenas existe y la clase pobre es la mayoritaria”, destacó el Celag en su análisis más reciente.
En ese mismo sentido, según las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina, durante el primer trimestre de este año más de 25 millones de personas se habrían encontrado en condición de pobreza, de los cuales ocho millones incluso se habrían situado en situación de indigencia.
“Algunos signos parecen mostrar que lo peor de la crisis habría pasado. Sin embargo, dada la alta inestabilidad sistémica que nos atraviesa, no es evidente que la vida económica y social comience a transitar por un sendero de efectiva recuperación. Incluso, también cabe la posibilidad de que se desaten nuevos y mayores desequilibrios; en particular, en materia de empleo, desempleo y marginalidad social”, advirtió el centro de investigación.
Incluso, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó recientemente que el contexto que rodea a la nación del sur del continente amenaza con vulnerar a más de la mitad de las niñas, niños y adolescentes de ese país, ya que viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para adquirir en el mercado una canasta básica total de bienes y servicios.
El libertario y su estrategia, menos Estado a toda costa
Los diversos datos expuestos con anterioridad reflejan los efectos de las medidas que Javier Milei implementó en cuanto tomó el poder, y con las que ha buscado que “el Estado deje de ser un obstáculo para que Argentina se vuelva una potencia económica”, tal como él lo ha destacado.
Buscar a toda costa la reducción del déficit fiscal a partir de acciones como la devaluación de su moneda, los despidos que se profundizaron dentro del sector público y hasta la reducción, al mínimo posible, de la obra pública, han dado como resultado que el considerado “ajuste” del presidente argentino lo paguen los que menos tienen, según lo afirmó el Observatorio de la Deuda Social Argentina.
“Como si no fuera poco el haberles arrebatado ingresos a las familias, bajándolas de pobres a indigentes, de clase media a baja y de media-alta a media, la angustia social crece con la posibilidad de perder el empleo. Definitivamente, si hay algo peor que ganar poco, es no ganar nada. Más aún en este contexto de depresión económica generalizada, cuando salir a buscar un empleo significa competir con los miles de expulsados del sector público y privado por un puesto de trabajo mal pago y que ninguna empresa está en condiciones de crear debido a la depresión”, ha considerado sobre el efecto de las medidas implementadas por el presidente Milei, Guillermo Oglietti, Consejero ejecutivo del Celag.