Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador explicara que se revisaran los contratos de gasoductos construidos por la empresa Carso Energy, propiedad del empresario Carlos Slim, la propia compañía se defendió de los señalamientos.
Lo anterior luego de que Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), asegurara que hay empresas que han dañado el país, entre las cuales incluyó a Carso Energy, debido a gasoductos que están detenidos y que aún se les sigue pagando.
Por esta razón, Carso Energy emitió un comunicado en el que explicó que la construcción del gasoducto en Chihuahua fue suspendida debido a que el gobierno no cuenta con todos los permisos.
La empresa explicó que aunque se adquirieron los materiales, el equipo y las herramientas necesarias para la construcción del gasoducto, este se vio interrumpido, lo que encareció el proyecto así como los gastos financieros alrededor de él.
Finalmente, la empresa puntualizó que el objetivo de construir gasoductos para dotar de gas natural a la CFE es reducir los costos que se refieren a la producción de energía eléctrica en México.
“La obstrucción a la construcción del gasoducto representa un elevado costo para la construcción y terminación del gasoducto y en especial, como señalamos antes, a la CFE al impedirse el acceso a gas natural de muy bajo costo para la eficiencia y competitividad de sus operaciones”, concluyó la empresa.