Cómo quebrar una ciudad

En unos años, cuando se actualicen los libros de texto sobre finanzas públicas, probablemente aparecerá un recuadro sutil, pero informativo, sobre lo que se debe evitar al frente de un municipio:. Se llamará Stockton y su historia habrá ocurrido en 2012.

Mientras la atención mundial se concentra en los problemas económicos de Europa, Stockton, en California, EU, muestra su mala cara.

Antes de la recesión económica, el valor de las casas en Stockton casi se cuadriplicó y la economía vivía una expansión sin precedentes.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
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En unos años, cuando se actualicen los libros de texto sobre finanzas públicas, probablemente aparecerá un recuadro sutil, pero informativo, sobre lo que se debe evitar al frente de un municipio:. Se llamará Stockton y su historia habrá ocurrido en 2012.

Mientras la atención mundial se concentra en los problemas económicos de Europa, Stockton, en California, EU, muestra su mala cara.

Antes de la recesión económica, el valor de las casas en Stockton casi se cuadriplicó y la economía vivía una expansión sin precedentes.

El gobierno se fue de compras. Prometió seguro de gastos médicos gratuito de por vida a sus bomberos. Cuando los demás trabajadores municipales pidieron lo mismo, se les concedió. Pronto, la ciudad tenía 400 millones de dólares en obligaciones anuales tan solo de pensiones y seguros médicos.

Además gastaron 190 millones de dólares para remodelar su marina y en la construcción de un nuevo edificio para el Ayuntamiento.

En 2004 vendieron deuda con el fin de “revitalizar” al centro de la ciudad con una arena deportiva de 47 millones de dólares, misma que terminó perdiendo dinero.

Acaba época de oro

La luna de miel duraría poco, tras la caída de los precios de las casas y la recesión que dejó a muchos sin trabajo, el dinero dejó de llegar a raudales a Stockton.

Las agencias calificadoras redujeron la calificación crediticia del gobierno municipal, lo que dejaba al Municipio con más dificultades para pagar. Sus pagos por intereses se elevaron dramáticamente, de 3 a más de 17 millones de dólares.

Pronto, tuvieron que despedir a un cuarto de la policía, un tercio de los bomberos y casi la mitad de todos los demás trabajadores municipales. La tasa de desempleo en la localidad de 300 mil habitantes se ha mantenido cerca del 20 por ciento.

La última opción fue renegociar las inmensas deudas con sus deudores, cosa que no pudieron lograr.

Considerando que la ciudad ya ha caído en moratoria con 2 millones de dólares, y que actualmente tiene un déficit presupuestal de 26 millones, decidieron tomar una medida extrema.

Desde finales de junio, Stockton es la ciudad más grande en la historia de Estados Unidos en declararse en bancarrota. Esto les permitirá renegociar contratos de pensiones y seguridad social de sus trabajadores, que afectará en especial a los retirados.

Los habitantes de Stockton podrán gozar una marina y una arena nueva, pero por malos manejos financieros, tendrán peores condiciones de vida que sus connacionales.

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