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Después de varias prórrogas, la alianza entre las autoridades hacendarias de México y Estados Unidos comenzará a partir de mañana.
Con la entrada en vigor de la Ley sobre el Cumplimiento Fiscal relativa a Cuentas en el Extranjero (FATCA, por sus siglas en inglés) las dos naciones compartirán fácilmente información sobre sus contribuyentes.
La finalidad del acuerdo es combatir a los evasores de impuestos que realizan negocios utilizando cuentas en el extranjero.
De tal modo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tendrá las facultades de solicitar a su contraparte, el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), la información financiera de mexicanos que mantengan inversiones superiores a 10 dólares en Estados Unidos y viceversa.
Sin embargo, el acuerdo afecta más que a sólo los datos oficiales. Las instituciones financieras también están obligadas a cumplir con el FATCA, por lo que el SAT podría solicitar los estados de cuenta que existen en bancos estadounidenses.
La medida es criticada por economistas porque representa una carga burocrática, tanto para los contribuyentes como para los mismas instituciones.
Asimismo, la medida puede tener un impacto negativo en los negocios que se realizan a través de la frontera. Empresarios de ambas nacionalidades actuarán con más cautela ahora que iniciar un negocio implica un costo adicional.
El FATCA también aplica para todas las personas con ciudadanía estadounidense que estén fuera de su territorio.
Letra chiquita
Los tipos de cuenta afectadas por el FATCA son las de depósito e inversión. Las primeras incluyen a todos los tipo de cuentas comerciales, de cheque o de ahorro.
Por su parte, las cuentas de inversión susceptibles de revisión son en las que se invierta exclusivamente en instrumentos de inversión como acciones, bonos o moneda extranjera.
Aunque no está claro a lo que hace referencia el acuerdo cuando habla de instituciones financieras, estas tienen la elección de proporcionar la información a las autoridades estadounidenses, o pagar el 30 por ciento de todos los depósitos al IRS.
A pesar de que no está claro si el SAT tendrá las mismas facultades de aplicar este tipo de embargo a las cuentas de mexicanos en Estados Unidos, sí adquiere mayores armas en contra de los evasores.
Aún hay dudas similares sobre cómo funcionará el acuerdo, pero las autoridades han otorgado varias prórrogas, por lo que cambiar la fecha límite del 1 de julio no es probable.
Actualmente, alrededor de 77 mil entidades financieras han aceptado los términos del FATCA y más de 80 países han firmado, en diferentes niveles, acuerdos de cooperación con el IRS.
El SAT publicó en su portal de Internet una guía para los contribuyentes donde se explica cómo cumplir con las nuevas disposiciones. La ignorancia de la ley no exime su cumplimiento, los mexicanos deben cuidarse de la nueva ley a pesar de que su contenido sea poco claro.
Lluvia de críticas
FATCA es rechazado por la mayoría de los analistas financieros.
El acuerdo representa un gran costo no solo para las empresas y bancos, también para el mismo gobierno estadounidense.
Al momento de pasar la medida, el Congreso de Estados Unidos afirmó que con la ayuda del FATCA se recaudarían alrededor de 800 millones de dólares anuales.
El problema es que, de acuerdo con los economistas, la relación costo-beneficio es prácticamente nula, ya que el IRS incurrirá en un gran gasto para vigilar todas las especificaciones del acuerdo.
Además, lo más probable es que los narcotraficantes y evadores de impuestos sofisticados (aquellos que inspiraron la nueva legislación), recurran a otro tipo de medios para mantener sus ingresos fuera de la mirada de la justicia estadounidense.
Sin embargo, la más grande deficiencia de la ley se encuentra en su falta de claridad. Términos como “ciudadano estadounidense” o “institución financiera” son ambiguos y se prestan a interpretaciones.
El problema se agrava si se toma en cuenta que FACTA se basa en la nacionalidad de las personas para determinar su aplicación.
Críticos argumentan que en lugar de inventar nuevas leyes, Estados Unidos debería sumarse a la iniciativa de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en materia de evasión fiscal, propuesta que ya cuenta con el apoyo de más de 50 países y toma el lugar de residencia como principal parámetro de aplicación.
Problemas en la ley
De acuerdo a especialistas, estas son las principales deficiencias que presenta FATCA en su aplicación:
> Ciudadanos contribuyentes: no se especifica quiénes están sujetos a cumplir con el acuerdo.
> Costo-Beneficio: el gasto gubernamental para mantener FATCA puede ser más caro que las recaudaciones.
> Falta de incentivos: los costos de cumplir con la ley puede alejar inversiones y afectar la economía.
> Repelente norteamericano: bancos en el extranjero han cancelado cuentas de estadounidenses para no lidiar con FATCA.
> Peces gordos: los principales evasores de impuestos y delincuentes pueden encontrar fácilmente otros medios para esconder sus ingresos.