La cuestión crucial sobre un posible avance generalizado de la izquierda en esa región se pone en tela de juicio por la amplia diferenciación entre las agendas que manejan las organizaciones políticas de cada país. Foto: Especial

Claroscuros económicos de la victoria izquierdista en Europa

Aunque se considera que las organizaciones políticas que representan a la clase trabajadora en el viejo continente han logrado victorias electorales significativas recientemente, la realidad resulta más compleja

El avance de las agrupaciones políticas identificadas como parte del plano ideológico de la izquierda en los procesos electorales celebrados recientemente dentro del viejo continente, refleja la urgencia de la población sobre una opción que responda de forma integral a sus necesidades, las cuales, desde hace tiempo y por partidos de todas las posturas, no han sido atendidas; por lo que la interrogante ahora recae en sí las opciones disponibles podrán hacerlo.

Ante la pérdida de poder adquisitivo, gobiernos con un mayor endeudamiento y el empeoramiento de la calidad de vida, la ciudadanía europea ha decidido moverse de un lado al otro del péndulo político, buscando una opción que  brinde la respuesta correcta a esos problemas; lo que ha llevado a franceses, alemanes y hasta españoles a coquetear con las posturas extremistas de partidos de derecha.

Sin embargo, durante  los comicios celebrados recientemente en el Reino Unido y en Francia, organizaciones políticas consideradas de izquierda lograron obtener la victoria en las urnas gracias propuestas que distan del paradigma imperante del libre mercado como rector de la economía y principal proveedor de servicios de seguridad social; una cuestión que debe entenderse como un avance acotado ante la complejidad del escenario europeo, la diversidad del plano ideológico de dichas organizaciones y hasta el contexto económico contemporáneo, explica a Reporte Índigo, Mario Campa, economista especializado en política pública y análisis macroeconómico.

“Gana la izquierda, sí, con distintos matices, pero no podemos decir que se tratan de triunfos plenos, en el caso de Francia porque no se sabe si las propuestas del frente van a poder realizarse en el escenario actual, e incluso el crecimiento de la extrema derecha; y en el caso de Reino Unido gana el laborismo, pero es una versión que se ha movido al centro, que tiene un discurso no tan fuerte como el de sus similares en otros países para poder ser electoralmente viable”, expone campa.

Lo expuesto por el analista puede entenderse en el contexto de que,  aunque las propuestas de Jean-Luc Mélenchon, líder del Nuevo Frente Popular, por ejemplo,  contemplan crear un plan para reconstruir la industria nacional, impulsar la construcción de vivienda popular  o establecer una jornada laboral digna, por mencionar; el panorama del país galo no propone un escenario donde dichas ideas puedan implementarse a plenitud, sobre todo si se contempla que la labor de Emmanuel Macron, actual mandatario Francés, ha consistido en reducir la presencia del sector público frente a la iniciativa privada, que se ha fortalecido en esa nación.

El dilema de las izquierdas y la capacidad de llevar a cabo sus ideas

Más allá del estado actual de la contienda política dentro de los países que conforman al continente europeo, la cuestión crucial sobre un posible avance generalizado de la izquierda en esa región se pone en tela de juicio por la amplia diferenciación entre las agendas que manejan las organizaciones políticas de cada país, y sus posturas ante diversos temas clave que viven, y muchas veces padecen, la ciudadanía que representan, expone a este medio Irving Rico, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Al respecto, el catedrático destaca que aunque es debatible considerar qué tan de izquierda pueden llegar a ser los programas que  ofrecen los partidos y organizaciones políticas en cada nación del viejo continente, a la hora de buscar implementar sus propuestas, quedan limitados por una estructura económica y política que actualmente tiene como bases a la libre empresa en un papel de actor principal, a la precarización laboral como el escenario idóneo para la atracción de inversiones y a la reducción de la intervención estatal.

“Muchas de las promesas de campaña o los discursos con un tinte más de izquierda, que pueden tomar varios elementos de las luchas obreras o de las exigencias sociales, en realidad cuando llegan al poder tienen que hacer negociaciones que de una u otra forma les sujetan a las bases de los sistemas imperantes”, destaca Rico.

El avance la extrema derecha, un elemento a contemplar

Ante las limitantes que pueden enfrentar las organizaciones políticas para implementar una estrategia económica que beneficie a la mayoría de la población, se genera un escenario de riesgo donde las posturas más radicales que apelan al mercado como el regulador más eficiente, tomen fuerza ante un virtual fracaso de las agrupaciones que desean implementar estrategias como reformas fiscales progresivas, procesos de reindustrialización o la mejora en las condiciones de trabajo, coinciden los entrevistados.

La muestra de ello es la aparición, en el escenario electoral, de agrupaciones como Vox en España, el Frente Nacional en Francia, o  Alternativa para Alemania en la nación con la economía más grande de la región; que ganan terreno con ideas como la intolerancia racial, la xenofobia, el gobierno subordinado a las corporaciones transnacionales y hasta el apoyo a conflictos bélicos.

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