“Las ciudades santuario son un peligro para la nación”
En Estados Unidos existen lugares que desafían al presidente Donald Trump. Desde su llegada a la Casa Blanca, las ciudades santuario reman a contracorriente para enfrentar los embates del mandatario, quien las convirtió en uno de sus mayores enemigos porque no se apegan a las leyes que frenan el avance de la migración.
Estas urbes representan 92.2 por ciento de la población total de Estados Unidos y 95.3 por ciento de la población con raíces extranjeras nacida en el país, muestran cifras del Centro de Recursos Legales para Inmigrantes (ILRC).
Contrario a la retórica, las más de 100 urbes que existen en territorio estadounidense gozan de una economía sólida y sus niveles de pobreza son mínimos.
92.2
Además las cifras de crímenes son más bajas en contraste con otras ciudades estadounidenses y tienen una menor dependencia de la asistencia pública.
Janeth Moreno, abogada de inmigración en Estados Unidos, destaca el papel que juegan para la comunidad migrante, ya que son territorios donde las personas se sienten más seguras y son menos vulnerables a las políticas agresivas del gobierno y agencias federales, aunque eso no significa que estén violando alguna ley.
“Son ciudades con un potencial económico muy importante, de gran atracción para las inversiones y mucha estabilidad. Pero hay que ser claros que estas localidades no se niegan a cumplir con sus obligaciones, pues todas comparten información solo que rechazan detener a las personas de manera arbitraria solo por su condición migratoria”, precisa la también coordinadora de Agenda Migrante.
La cooperación con las solicitudes federales de migración es voluntaria para estos condados
El ingreso promedio de los hogares en las ciudades santuario es 4 mil 352 dólares más alto que en el resto de los hogares estadounidenses, de acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
Esto se debe a que cuando la policía local se enfoca en mantener a las comunidades seguras, en lugar de involucrarse en los esfuerzos federales de migración, las poblaciones se mantienen más seguras y los miembros de la comunidad se comprometen más con su economía local.
A la fecha, no existe evidencia que compruebe que los ingresos que acumulan las personas migrantes se obtienen a expensas de los estadounidenses.
Respecto a la tasa de pobreza esta es 2.3 por ciento más baja y el desempleo se ubica 1.1 por ciento por debajo de los condados que no pertenecen a este esquema.
Un indicador sólido de la economía local es el nivel de participación en la fuerza laboral. La tasa, que contempla a la población que tiene 16 años o más y está en activo, es en promedio de 2.5 por ciento, según ICE.
+100
Los partidarios de las políticas de las ciudades santuario aseguran que las jurisdicciones locales no están obligadas a cumplir la ley federal de migración.
A la letra, un fallo emitido por la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Primer Circuito en 2014 establece que la cooperación con las solicitudes federales de migración es voluntaria para estos condados, e incluso, tienen la libertad legal de promulgar sus propias políticas.
El mito de la delincuencia
Uno de las ideas que más ha propagado la administración de Trump es que estas zonas son semilleros de “criminales”, sin embargo, la tasa de delitos es estadísticamente más baja.
Lizbeth Mateo, abogada de inmigración en Los Ángeles, respalda la idea de que los migrantes no representan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Muchas de las personas tienen infracciones de tránsito o delitos no violentos y solo por eso son consideradas como peligrosas. No todos somos perfectos, pero eso no significa que seamos malas personas, quizá algunas sí cuentan con algún delito más grave, pero la mayoría tiene miedo”, refiere la abogada que el año pasado se convirtió en la primera persona sin documentos en ser elegida a un cargo en el Senado de California.
“Los migrantes son personas que contribuyen a la economía, son trabajadores y no están en EU para obtener las cosas fáciles”
Más allá de la retórica, las urbes santuario con un mayor número de población presentan 65.4 delitos por cada 10 mil habitantes, mientras que en los de menor alcanzan una tasa de 35.5 delitos por cada 10 mil habitantes.
Polémica por los recursos
A pesar de que el presidente Trump ha intentado bloquear parte de los recursos federales que se designan a estas jurisdicciones, más de 100 ciudades santuario en todo el territorio estadounidense recibieron un total de 27 mil millones de dólares en financiamiento durante 2016, revela un análisis de Open the Books.
Del total, aproximadamente 16 mil millones se destinaron a 12 ciudades donde vive uno de cada cinco migrantes ilegales. De esas ciudades, Nueva York recibió la mayor cantidad de fondos de subvención, con 7 mil 644 millones y Chicago le siguió con 5 mil 285 millones de dólares.
Aun cuando el horizonte se ve complicado para las ciudades santuario ante la posibilidad de que el inquilino de la Casa Blanca se encamine hacia su segunda campaña presidencial, Janeth Moreno se muestra confiada sobre la fortaleza de estos refugios para los migrantes.
“La retórica antimigrante y la implementación de políticas federales va a incrementar en los próximos meses, pero estas ciudades deben mantenerse firmes porque ese, al menos por ahora, es el único camino a seguir”.
