La presencia de las mujeres en la producción agrícola es una creciente tendencia que Industrias Campo Fresco (ICF) celebra, ya que está demostrado que con la capacidad femenina se mejora la contribución a la seguridad alimentaria.
En México, el 15 por ciento del total de productores a nivel nacional son mujeres; cerca de 800 mil realizan actividades relacionadas con el campo y la pesca, y ellas representan el 43 por ciento de la mano de obra agrícola, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), lo cual es un elemento positivo para la firma con sede en Guanajuato.
Cálculos estadísticos de organismos nacionales e internacionales revelan que las mujeres en el campo son imprescindibles para la seguridad alimentaria, pues son responsables de más del 50 por ciento de la producción de alimentos en México, el 80 por ciento de los alimentos de los países en desarrollo y la mitad de los de todo el mundo.
Industrias Campo Fresco destacó que, de acuerdo con estimaciones del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en México, si las agricultoras tuvieran los mismos derechos, oportunidades y condiciones laborales que los hombres, podría reducirse en 100 y 150 millones el número de personas con carencia alimentaria en el mundo.
Asimismo, la empresa alimentaria hizo notar que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), señaló que el factor femenino rural representa el 34 por ciento de la fuerza laboral, por lo que esta población es responsable de más del 50 por ciento de la producción de alimentos en México.
Es por ello que para ICF, “las mujeres realizan un trabajo excepcional en el campo mexicano, a veces en medio de situaciones sociales e intrafamiliares complejas, y con mucha frecuencia, incluso sin remuneración. Aunque su papel es vital para la economía, pocas veces se reconoce”.
La participación de las mujeres, subrayó Campo Fresco, será fundamental para el desarrollo productivo del sector agroalimentario, pues “no solo son productoras de maíz, frijol, arroz, café, caña de azúcar, leche y miel, sino que también incursionan en la pesca y acuacultura y están al frente de actividades agroindustriales. Se trata de un sector que ya supera las 760 mil mujeres y que apuntalan el sector primario de la economía”.
Destacó la importancia de unir esfuerzos para enfrentar los retos y oportunidades que representa para el sector agropecuario la inclusión de mujeres en proyectos productivos que ayudarán a legitimar sus derechos en el sector rural, objetivo en el que el Gobierno de México instrumenta líneas de acción en materia de equidad de género.
“Tenemos que crear mejores espacios para el empoderamiento y desarrollo de capacidades para las mujeres del campo, con el fin de reducir las brechas de desigualdad social y que puedan acceder a mejores condiciones de vida para ellas y sus familias”, concluyó ICF.