Cautela en política monetaria

Para evitar que la inflación se enquiste en América Latina los Bancos centrales han tenido que aplicar de forma sostenida el aumento de tipos de interés, pese a que esto impacte en el crecimiento de los países
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Las acciones que han asumido los bancos centrales de América Latina y el Caribe han sido clave para evitar que la inflación siga una senda alcista desproporcionada por lo que no se recomienda relajar la política monetaria, aún.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que las autoridades deben mantener el curso de una política monetaria restrictiva, pese a que permanecer firme pueda ser más difícil a medida que la actividad económica se desacelera.

Una política monetaria restrictiva se enfoca en reducir la cantidad de dinero del país con el objetivo de contener la inflación a través del aumento de los tipos de interés, aunque con ello se corre el riesgo de frenar el crecimiento económico.

El organismo internacional señala que los principales bancos centrales de América Latina y el Caribe han actuado con prontitud para responder ante la creciente inflación calificada como la más alta en dos décadas, pero también para preservar la credibilidad de los marcos monetarios.

Estas acciones, que se aplicaron de manera rápida en Brasil, Chile, Colombia y México, son necesarias ante una inflación cada vez más persistente.

“Dado que la inflación aún no cede, y que la mayoría de las economías siguen operando a su nivel potencial o cerca de ese nivel, se debe evitar un relajamiento prematuro de la política monetaria, la cual ha de mantener su curso. Tener que restaurar la estabilidad de precios más adelante si la inflación se enquista sería muy costoso”, advirtió ayer el FMI en su reporte “Perspectivas para las Américas: navegando condiciones financieras más restrictivas”.

Estas acciones de contención a los costos de productos y servicios impactan en el crecimiento económico en la región, además el FMI también advierte que las economías de la región enfrentan episodios de presiones sobre sus monedas, con potenciales implicaciones para la estabilidad financiera.

El banco central de México, por ejemplo, estableció la tasa de interés interbancario en un nivel de 9.25 por ciento el pasado 29 de septiembre. Se trata del alza número 11 desde junio de 2021 y la tercera de la misma magnitud para alcanzar un nivel inédito desde que el Banco de México (Banxico) adoptó como objetivo operacional la tasa de fondeo.

FED continúa con aumentos en política monetaria

Los bancos centrales de América Latina no son los únicos que han establecido una estrategia agresiva para reducir la inflación, de hecho, estos han seguido los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que ayer aumentó 0.75 por ciento su tasa de interés para quedar en un rango de 3.5 a cuatro por ciento.

Se trata del cuarto incremento consecutivo de un ciclo alcista que inició en marzo de este año y con ello la tasa de fondeo ha alcanzado un nivel no visto desde diciembre de 2007.

Pese a estas acciones contundentes Jerome Powell, presidente de la Fed, afirmó ayer que los efectos de estas restricciones monetarias tardarán en materializarse, en especial en la inflación.

“Las condiciones financieras se han endurecido significativamente en respuesta a nuestras acciones políticas, y estamos viendo los efectos sobre la demanda en los sectores de la economía”, señaló Powell en conferencia.

En su declaración el presidente de la FED no descartó un aumento más a la tasa de fondeo, aunque señaló que “el momento de frenar el ritmo de subidas de tipos está llegando. Puede ser en la próxima reunión o en la siguiente”.

En septiembre la inflación en el país gobernado por Joe Biden se ubicó en 8.2 por ciento anual, en tanto que a tasa mensual los precios aumentaron en 0.4 por ciento.

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