Gracias a las tensiones geopolíticas, los amplios avances tecnológicos y el cambiante panorama comercial, cada vez más naciones y regiones están optando por estrategias de relocalización de sus cadenas de producción; ya sea dentro o cerca de sus territorios, y de sus mercados objetivo.
Hoy en día las empresas globales requieren certidumbre respecto a las operaciones de sus proveedores, además de conservar las ventajas competitivas que las han posicionado en la cima de sus mercados; por ello, se ha identificado que, desde Europa, hasta Estados Unidos, se están implementando diversas estrategias de reindustrialización.
De lo anterior que, para lograr dicho objetivo, se espera una inversión por parte de las organizaciones empresariales del viejo continente y de la considerada economía más grande del mundo de hasta por 3.4 billones de dólares en los próximos tres años, destaca la consultoría Capgemini en su reporte más reciente “El resurgimiento de la manufactura: estrategias de reindustrialización”.
Desindustrialización de Europa y Reindustrialización de Estados Unidos. pic.twitter.com/a9cHC6hqtA
— Daniel Cruz (@ikiexcelsior) December 24, 2023
“Los líderes empresariales están acelerando iniciativas estratégicas para fortalecer la resiliencia y flexibilidad de la cadena de suministro, restablecer la seguridad nacional en sectores estratégicos, alcanzar objetivos climáticos y recuperar las potencias industriales que alguna vez disfrutaron Europa y América del Norte. Este es un cambio estructural al que las organizaciones deberán adaptarse”, destaca al respecto Roshan Gya, director ejecutivo de Capgemini Invent y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Capgemini.
En concreto, 47 por ciento de los mil 300 ejecutivos de grandes organizaciones europeas y estadounidenses encuestados por la consultoría han hecho explícito que ya invirtieron en alguna estrategia para relocalizar sus plantas productivas, justo con el objetivo de lograr una optimización de sus procesos productivos, además de alcanzar otros objetivos, como poder cumplir con los compromisos climáticos para alcanzar un futuro sustentable, por ejemplo.
“Europa y Estados Unidos han experimentado un descenso significativo en empleo manufacturero. A pesar de ser un conductor líder del crecimiento del empleo durante décadas, la industria manufacturera en Estados Unidos ha disminuido durante el último medio siglo a medida que la economía se desplazó hacia las industrias de servicios. El empleo manufacturero en Estados Unidos alcanzó su punto máximo en 1979 con 19.6 millones, y cayó a 12.9 millones en 2023. Durante el último cuarto de siglo, Europa ha hecho lo mismo: En 2001, el empleo manufacturero en Europa se acercó a 27 millones; para 2022 había disminuido a menos de 24 millones”, puntualiza el informe.
Puntos críticos de la reindustrialización de Europa y Estados Unidos
Lograr que las organizaciones empresariales puedan reubicarse de nueva cuenta dentro de sus lugares de origen depende de poder consolidar aspectos como el tecnológico y el laboral, pero también el normativo; lo que podría derivar incluso en el impulso de megaproyectos industriales dentro de los territorios que fueran referentes del desarrollo fabril durante el siglo pasado.
Y es que, el 51 por ciento de los ejecutivos consultados por Capgemini reconoce la necesidad de mejorar la cualificación de la mano de obra actual; de la misma forma que el 64 por ciento considera que debe de existir un incremento en los salarios para poder generar un atractivo tal que sea capaz de retener a la fuerza laboral manufacturera.
🏛️Este #PlenoSenado vendrá marcado por la creación de empleo y la reindustrialización en un sector estratégico.
💻Ayer @sanchezcastejon anunció un #PERTE de semiconductores con 11.000 millones de euros de inversión pública. Hablamos de soberanía tecnológica. pic.twitter.com/2lrBeUVyuz— PSOE SENADO (@gpssenado) April 5, 2022
Para poder saldar dichos obstáculos, destaca que la considerada economía más grande del mundo ha impulsado la ley de chips y ciencia, con lo que se busca revitalizar la manufactura estadounidense, crear empleos estadounidenses bien remunerados, fortalecer las cadenas de suministro de dicho país y acelerar las industrias del futuro, tal como lo expone la administración de Joe Biden.
“Con la ley europea de chips, la Unión Europea abordará la escasez de semiconductores y reforzará el liderazgo tecnológico de Europa. Movilizará más de 43 mil millones de euros de inversiones públicas y privadas y establecerá medidas para estar preparada y anticiparse y responder rápidamente a cualquier futura interrupción de la cadena de suministro, junto con los Estados miembros y nuestros socios internacionales”, ha destacado la Comisión Europea sobre lo que buscan a partir de la implementación de su ley de chips.
Una llamada de atención para México y su proceso de relocalización industrial
El hecho de que grandes economías busquen intensificar su proceso de reindustrialización figura como una señal de alerta ante la coyuntura que vive México, y en la que se posiciona al país como uno de los protagonistas de la gran tendencia de la relocalización.
Al respecto destaca que aunque el Banco Interamericano de Desarrollo destacaba años atrás el papel que México jugaría en el nearshoring; hoy empresarios, analistas e instituciones financieras se encuentran a la espera de que dicha tendencia alcance su auge dentro del país, y a pesar de que se han registrado montos récord de Inversión Extranjera Directa en el último año, se considera que la gran oportunidad para impulsar la economía del país se encuentra en suspenso ante pendientes como la creación de infraestructura, la dotación a las empresas de recursos naturales y el combate al crimen organizado.
Así, el lugar y beneficios que alcanzaría México por la reconfiguración industrial y logística por la que atraviesa el mundo podrían ser aprovechados por otras naciones y regiones ante la prisa por reinstalar una industria fuerte y consolidada.