Caos y crecimiento

Pese a la turbulencia política, el status quo de la recuperación se mantiene intacto. El índice del sentimiento del consumidor se encuentra en su mayor nivel en los últimos 13 años
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Pese a la turbulencia política que rodea a la Casa Blanca, la recuperación económica en Estados Unidos sigue su curso. El nivel de desempleo se encuentra en su punto más bajo en el periodo post crisis, el Fondo Monetario Internacional espera que el producto interno bruto (PIB) se expanda 2.2 por ciento este año y el índice que mide el sentimiento del consumidor se encuentra en su mayor nivel en los últimos 13 años.

 El presidente Trump, cuya administración aún no ha sido capaz de conseguir la aprobación de alguna pieza legislativa sustantiva, presume el continuismo económico como su mayor logro de corto plazo.

Por supuesto que no lo llama continuismo. En una entrevista para la revista Forbes, Trump refiere en más de una ocasión que el mercado accionario (S&P 500) ha crecido 17.4 por ciento desde el día de la elección presidencial. Lo atribuye a la expectativa que ha generado una reforma fiscal que pone al centro de la propuesta el recorte de impuestos, una reforma que aún no ha sido aprobado y cuyas perspectivas de supervivencia son inciertas.

No obstante, los méritos de la recuperación, una de las que tardó más tiempo en consolidarse, son un resultado que deriva de la política económica de la administración de Barack Obama, en la que los bancos centrales jugaron un papel fundamental.

La alusión que hace el presidente Trump al mercado accionario no sólo refleja la idea equivocada de que la bolsa de valores es una representación fiel de la economía, sino que pone de relieve que el mejor acierto (involuntario) del presidente ha sido su incapacidad política. Trump no ha logrado desmantelar el sistema de seguridad social del Obamacare, ni ha ordenado la disrupción definitiva del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Ello explica parcialmente por qué se considera que la presidencia de Donald Trump es una anomalía política. En un reporte para clientes, Goldman Sachs refirió que no había precedente en la historia reciente de un presidente con un nivel de aprobación tan bajo (39 por ciento, según Gallup) para un periodo de crecimiento económico.

Trump, cuya administración aún no ha sido capaz de conseguir la aprobación de alguna pieza legislativa sustantiva, presume el continuismo económico como su mayor logro de corto plazo

El motor del consumo

El consumo representa el mayor componente del PIB estadounidense (alrededor de 68 por ciento). El hecho de que el índice que mide el sentimiento del consumidor haya superado las expectativas del mercado y haya alcanzado su mayor nivel desde el 2004 refleja que la economía estadounidense se mantiene firme a pesar de la volatilidad financiera y la incertidumbre en el sentimiento de inversión que pudiera provocar una administración tan voluble como la del presidente Trump.

El consenso de economistas atribuye este dato a tres factores: la caída del precio de las gasolinas después de la temporada de huracanes, el efecto riqueza que genera la tendencia alcista del mercado de valores, la baja consistente en el nivel de desempleo y el efecto de empuje fiscal que han tenido los esfuerzos de reconstrucción de las zonas afectadas por las tormentas.

17.4%
Ha crecido el índice S&P 500 desde el 9 de noviembre, fecha en que Trump fue electo presidente de Estados Unidos
2.2%
Crecerá la economía de Estados Unidos en el 2017, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional
68%
Del PIB representa el gasto de consumo en la economía estadounidense
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