Cancún, epicentro de recuperación turística
No hay fórmula específica para la recuperación del turismo mientras que el COVID-19 siga causando estragos. Pero Cancún espera ser pionero en la reactivación del sector, incluso ante sucesos que lo han puesto en la mira internacional
María Fernanda Navarro“En Cancún, Quintana Roo, inicia la recuperación mundial de turismo”, al menos ese es el pronóstico del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) después de que el cierre de fronteras y medidas de confinamiento en 2020 sumieron al sector en una de las peores crisis de las que tienen registro.
El sector de viajes y turismo registraba un crecimiento mayor al de la economía mundial previo a la pandemia por COVID-19. Pero el virus provocó pérdidas económicas hasta por 1.3 billones de dólares y puso en riesgo entre 100 y 120 millones de empleos directos, una cifra nueve veces más grande que la calculada en la crisis económica global de 2009, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Por ello, los países que más dependen de la actividad turística y los jugadores del sector privado se han enfocado en establecer fórmulas para la reactivación segura de esta actividad económica, en gran medida enfocadas en la realización de pruebas para detectar contagios en viajeros, el avance de la aplicación de vacunas anticovid, medidas estrictas de higiene y la integración de herramientas digitales para disminuir el contacto en puntos turísticos.
Estos elementos constituyen una “luz al final del camino” para el sector que busca generar un balance entre proteger a la gente y reducir los contagios pero también contener el impacto social que ha generado la pandemia, señaló Gloria Guevara Manzo, presidenta del WTTC, organismo que llevará a cabo su cumbre mundial el 25 y 27 de abril en Cancún a través de un formato semipresencial.
“Es el momento adecuado para que en Cancún, Quintana Roo, inicie no solamente la recuperación del turismo en México sino en todo el mundo.
Este destino del Caribe mexicano registró el número más alto de llegadas en avión de visitantes extranjeros durante enero con 350 mil 516 viajeros, superando a aeropuertos como el de la Ciudad de México, Los Cabos y Guadalajara.
Sin embargo, los datos proporcionados por la Secretaría de Turismo aún revelan dinámicas de arribos de entre 50 y 80 por ciento menores a las que se registraron el mismo mes del 2020.
Error en las pruebas de Cancún
Pese a los signos positivos de recuperación y el reconocimiento a los protocolos de seguridad y salud establecidos, este destino turístico ha sido señalado a nivel internacional luego de que 74 estudiantes de Argentina que festejaron en Cancún su graduación resultaron positivos en COVID-19 a las pruebas de antígenos que se les aplicaron en su país al regreso de su viaje.
Todavía en Cancún los estudiantes se sometieron a pruebas PCR para descartar que tuvieran COVID-19 mismas que resultaron negativas, situación que ha generado señalamientos y hasta solicitudes de investigación para detectar posible venta de pruebas falsas. Pero el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, ha puesto sobre la mesa que el caso de los estudiantes, que representan 0.001 por ciento de las pruebas elaboradas, pudieron ser falsos positivos.
“Ninguna prueba de antígenos o PCR tienen 100 por ciento de efectividad y están basadas en la carga viral de una persona (…) tuvimos el gran reto de establecer una cantidad muy importante de laboratorios que inclusive podrían estar dentro de los hoteles, hay poco más de 70 mil cuartos hoteleros en Quintana Roo que tienen la posibilidad de generar estas pruebas dentro de sus propias instalaciones para acelerar y facilitar el movimiento de turistas y no afectar estos procesos de recuperación”, afirmó.
Agregó que la semana del siete al 13 de marzo arribaron 113 mil turistas internacionales al estado, lo que representó llevar a cabo 10 mil pruebas diarias de antígeno o PCR para el retorno de los pasajeros a su país.
Otra sombra que ronda la recuperación turística mundial pero sobre todo la mexicana son las advertencias en torno a que la temporada vacacional de pascua podría detonar una “tercera ola” de contagios por COVID-19.
Pero Guevara Manzo apunta hacia un abordaje diferente en el control de contagios relacionados con el turismo: evaluar riesgos de forma individual y no el país.
“Para poder medir el riesgo se tiene que hacer en capas, la primera es la prueba que no tiene 100 por ciento de eficacia, el cubrebocas, el distanciamiento físico, otra capa es sanitización y cuando agregamos todas estas capas reducimos el riesgo de contagio al máximo”.