No existe información certera en torno a la cantidad de reservas comprobadas de litio en el país, el codiciado mineral que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está buscando blindar de la intervención de empresas privadas.
Actualmente hay dos posturas extremas en los pronósticos en torno la existencia del mineral también conocido como el “oro blanco”: la primera señala que México podría tener grandes reservas e incluso colocarse como uno de los países con las minas de litio más grandes del mundo; pero otros señalamientos apuntan a que hay yacimientos con contenido muy bajo.
Este metal de color blanco-plateado, químicamente reactivo que se encuentra presente en aproximadamente 150 minerales y de manera abundante en la corteza terrestre, está siendo utilizado para la creación baterías que se utilizan en automóviles híbridos, producción de aviones y trenes, manufactura de baterías para las computadoras portátiles, teléfonos y todo tipo de dispositivos electrónicos.
Pero el uso del litio, el más ligero de todos los metales, no se limita a la manufactura de dispositivos electrónicos, también abarca la industria de la cerámica y el vidrio y la producción de grasas lubricantes; además el carbonato de litio se utiliza en medicamentos para la atención de distintas enfermedades mentales.
Estas características han provocado que el litio sea actualmente uno de los metales más demandados a nivel global y así lo reconoce la iniciativa de reforma a la Ley Minera enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador la misma noche del 17 de abril cuando se descartaron las reformas constitucionales en materia eléctrica, que incluía modificaciones para evitar otorgar concesiones sobre el litio y demás minerales estratégicos necesarios.
Las reformas enviadas a la Cámara de Diputados establecen que el litio deberá ser explotado y aprovechado exclusivamente por la Nación, a través de un organismo público descentralizado creado para ese efecto. Asimismo, las cadenas de valor económico de este metal serán administradas y controladas por la nación a través de este organismo público.
“Las grandes empresas automotrices que fabrican los automóviles, que están avanzando hacia automóviles eléctricos, requieren de litio y está aumentando el precio cada vez más, en dos años ha aumentado 10 veces el precio del litio en el mercado mundial. Entonces, vamos a proteger nuestro litio, el litio de México, el litio de nuestra generación y de las generaciones futuras, de nuestros hijos y de nuestros nietos”, fueron las palabras del presidente de la República un día después de presentar la reforma.
Sin embargo, el aprovechamiento del litio implica la generación de proyectos “intensivos en capital, de largo plazo y alto riesgo, lo cual atentaría contra las finanzas públicas”, en opinión de la Asociación de Ingenieros de Minas Metalúrgicas y Geólogos de México (AIMMGM).
Incógnita en las reservas de litio
Actualmente en México no hay ningún yacimiento de este mineral en explotación y sólo se ha avanzado en las exploración de diferentes yacimientos en 82 localidades o manifestaciones de litio en Sonora, Chihuahua, Coahuila, San Luis Potosí, Zacatecas, Oaxaca y Puebla.
De las 82 localidades identificadas, 66 han sido verificadas y de ellas ocho presentan un contexto geológico favorable, es decir, hay posibilidad de encontrar el metal, de acuerdo con datos del Servicio Geológico Mexicano retomados por la AIMMGM. Estos hallazgos se encuentran en Puebla con tres de ellos, tres en Jalisco y dos en San Luis Potosí.
Uno de los proyectos con exploración avanzada es el localizado en diciembre de 2019 en Bacadéhuachi, Sonora, mismo que podría ser uno de los más grandes del mundo.
El Sonora Lithium Project, de la empresa privada Bacanora Lithium, señala que se trata del depósito de este mineral más grande del mundo con 243.8 millones de toneladas de acuerdo con el ranking elaborado por Mining Technology.
Cálculos del Centro Estadístico Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) señalan que México cuenta con 1.7 millones de toneladas de recursos de litio identificados, de los 89 millones que hay en el mundo. Esto posiciona al país en el lugar número 10 de las naciones con reservas de este metal.