Brasil, un riesgo para México
La economía brasileña está viviendo un proceso de ajuste dada la reciente reelección de su presidenta Dilma Rousseff. El gobierno busca un cambio hacia políticas económicas más amigables al libre mercado reactivar la economía estanca.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el Brasil crezca 1.5 por ciento en 2015.
Sin embargo, el viraje de política ocurre en medio de una coyuntura económica global fuertemente marcada por la incertidumbre, el bajo crecimiento y la alta volatilidad financiera.
Rodrigo Carbajalhttp://youtu.be/c5RLINF-S9I
La economía brasileña está viviendo un proceso de ajuste dada la reciente reelección de su presidenta Dilma Rousseff. El gobierno busca un cambio hacia políticas económicas más amigables al libre mercado reactivar la economía estanca.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el Brasil crezca 1.5 por ciento en 2015.
Sin embargo, el viraje de política ocurre en medio de una coyuntura económica global fuertemente marcada por la incertidumbre, el bajo crecimiento y la alta volatilidad financiera.
Esta conjugación podría detonar un escenario adverso en la economía de Brasil donde quede obligada a vender activos financieros por parte de los inversionistas globales.
Manoj Pradhan y Patryk Drozdi, analistas de Morgan Stanley, consideran que, además de China, Brasil es el único país emergente cuyo cambio de políticas públicas pueden ser disruptivas para la estabilidad financiera de los mercados emergentes.
En ese sentido, el rumbo económico de Brasil representa un riesgo sistémico para países como México.
El desempeño de activos mexicanos y brasileños están fuertemente relacionados, ya que los inversionistas institucionales suelen colocarlos en una misma categoría.
Por ejemplo, la debacle de Petrobras, la empresa petrolera estatal de Brasil, es citada por analistas como un catalizador potencial que pudiera ocasionar la venta masiva de títulos de Pemex.
Douglas Evanoff, investigador de la Reserva Federal de Chicago, explica que cuando un fondo enfrenta pérdidas, en este caso por la latente caída en el valor de los activos brasileños, busca cubrir sus pérdidas porque no puede vender sus títulos que van a la baja.
Esto lo realiza mediante la venta de otros activos, como los mexicanos, que resultan tener un mayor nivel de liquidez (facilidad de intercambio).
Este fenómeno genera un espiral negativo de contagio que presiona el precio de diferentes clases de activos.
Evanoff cita el caso de la crisis rusa de 1998: “con el fin de reducir su exposición a activos rusos que se tornan ilíquidos, los inversionistas vendieron bonos soberanos de países emergentes, principalmente de México y Brasil.”
México en la mira
Pradhan y Drozdik concluyen que las economías que reciben flujos de capital de manera incondicional tienen mayores probabilidades de enfrentar la interrupción repentina de éstos.
Diversos analistas coinciden en que México es uno de los países con menores controles de capital en el mundo, por lo que la entrada y salida repentina de dinero suponen un riesgo para la estabilidad económica.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), plantea que la posibilidad de una crisis bancaria se multiplica por cuatro si le antecede un episodio de entradas masivas de capital.
Las probabilidades son aún mayores si dichas entradas son el resultado de emisiones de deuda.
En el 2014, México emitió deuda en los mercados internacionales en cinco ocasiones. Para finales de noviembre había captado 11 mil millones de dólares mediante la colocación de bonos en yenes, libras y dólares.
El lunes pasado, la Secretaría de Hacienda anunció que colocó un bono a diez años y un bono a 30 años con los cuales captó 2 mil millones de dólares.
A pesar de que el gobierno dice que la operación se ejecutó con el costo de endeudamiento más bajo en la historia del país, el FMI está preocupado por el alto nivel de deuda de México, según expresó en su último reporte de perspectivas económicas.
Por otro lado, un factor que vuelve a México particularmente vulnerable a los movimientos de capital es la tenencia extranjera de bonos soberanos. Morgan Stanley sitúa al país como una de las economías donde los foráneos tienen mayor presencia en el mercado de renta fija gubernamental.
En el 2009, alrededor del 20 por ciento de los bonos soberanos se encontraba en manos extranjeras. Actualmente, la cifra asciende a niveles cercanos al 60 por ciento.
En su última intervención pública, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, externó su preocupación respecto a la adversidad del entorno externo.
En este contexto, destacó los “movimientos importantes de flujos de capitales” en un discurso donde llama a mantener la estabilidad macroeconómica.
Entorno mundial adverso
La coyuntura financiera global complica el escenario macroeconómico tanto para México como para Brasil. Estos son los factores que podrían ocasionar una debacle en el mercado brasileño que desencadenaría un contagio hacia mercados emergentes.
1. Alza de tasas de interés
El consenso de analistas espera que la Reserva Federal de Estados Unidos eleve sus tipos de interés para el segundo semestre de 2015.
Por otro lado, Morgan Stanley considera que un shock por el aumento de tasas podría drenar la liquidez de los mercados emergentes muy rápido, generando un efecto dominó en los activos del sistema financiero.
2. Caída del precio de petróleo
El crudo ha perdido más del 60 por ciento de su valor desde su nivel máximo en junio de 2014.
El Banco Mundial dijo en un reporte que esto representa un riesgo para las finanzas públicas de México. Asimismo, esto significa el fin del boom de las materias primas del cual se benefició Brasil por varios años.
3. Fortalecimiento del dólar
La expectativa de alza de tasas fortaleció el valor del dólar frente a otras monedas, particularmente aquellas divisas cuyo valor depende de la exportación petrolera. El peso mexicano perdió casi el 10 por ciento de su valor frente al dólar en el 2014.