Bomba en los bonos

En el mundo financiero, las acciones tienden a acaparar los reflectores, ya que su mayor nivel de riesgo tiene el potencial de traer mayores ganancias para los inversionistas. 

En comparación, los bonos, instrumentos financieros de deuda emitidos por entidades privadas y públicas, son vistos como inversiones más estables y seguras, aunque con un menor potencial de ganancias. 

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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por ciento el incremento proporcional que el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro de Estados Unidos, considerados los más seguros del mundo, ha registrado en lo que va del año, reflejando mayor riesgo
"Hay malestar por delante, y bajo rendimiento en los activos. Quizá un gran malestar, si hay una burbuja reventándose. (...) Me siento inquieto, cada vez más inquieto. Y usted debería sentirse igual"
Bill GrossFundador de la administradora
de activos PimcoReyes
de los bonos
https://www.youtube.com/watch?v=XzZBmgKTwxE

En el mundo financiero, las acciones tienden a acaparar los reflectores, ya que su mayor nivel de riesgo tiene el potencial de traer mayores ganancias para los inversionistas. 

En comparación, los bonos, instrumentos financieros de deuda emitidos por entidades privadas y públicas, son vistos como inversiones más estables y seguras, aunque con un menor potencial de ganancias. 

Esto se debe a que el valor de los bonos tiende a ser menos volátil en el día a día que el de las acciones, y la inversión de sus tenedores goza de mayor protección legal que la de los accionistas (si la emisora quiebra, los tenedores de bonos a menudo recuperan parte del valor de sus títulos; los accionistas no).

El menor riesgo de los bonos los vuelve atractivos para inversionistas institucionales como lo son los fondos de pensiones y de retiro, empresas aseguradoras, fondos y bancos (incluyendo bancos centrales). 

Al cierre del 2014, el valor total del mercado global de bonos rebasó los 76 billones de dólares, según datos del Banco de Pagos Internacionales (conocido como el banco central de los bancos centrales). Como punto de referencia, este monto equivale a más de cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, la mayor economía del mundo.

Pero a pesar de su reputación, no todo es tranquilidad en el mercado de los bonos. Expertos advierten que éste está sobrevaluado, y que presenta problemas de liquidez que tarde o temprano resultarán en una severa crisis.

Paradoja de liquidez

Nouriel Roubini, profesor en la Universidad de Nueva York y presidente de la consultora Roubini Global Economics, escribió recientemente que “una paradoja ha emergido en los mercados financieros de las economías desarrolladas desde la crisis financiera global del 2008”.

La paradoja a la que hace alusión Roubini tiene que ver con la liquidez, es decir el qué tan fácil y rápido puede convertirse un activo en dinero en efectivo sin involucrar una pérdida significativa de su valor. Por definición el activo más líquido de todos es el dinero en efectivo.

En el caso de los bonos, éstos son más líquidos que activos como las propiedades inmobiliarias pero menos que otros como las acciones. 

Esto se debe a que las acciones son instrumentos estandarizados que se intercambian (compran y venden) con relativa facilidad en mercados establecidos, como las bolsas de valores. Los bonos en cambio son heterogéneos, y se intercambian en mercados que no tienen tanta liquidez.

Gracias a los programas de estímulo monetario heterodoxos emprendidos por algunos bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos y el Banco Central Europeo en la eurozona, se ha inyectado muchísima liquidez a la economía global a través de la compra masiva de activos como los bonos.

Al combinar esta inyección de billones de dólares de capital con el que las tasas de interés de referencia en estas economías llevan años cerca del 0 por ciento, los inversionistas han dirigido esta ola de dinero barato a diversos mercados. 

El resultado ha sido una apreciación significativa en el valor de activos como las acciones, las propiedades inmobiliarias, y los bonos (tanto gubernamentales como empresariales).

Pero Roubini señala que una serie de golpes recientes en los mercados financieros sugieren que la enorme liquidez en el mundo en general coexiste con una falta de liquidez en mercados financieros particulares, como el de los bonos. 

Y a decir de Roubini, incluso aquellos que tradicionalmente son considerados inversiones seguras, como los bonos gubernamentales estadounidenses o alemanes, podrían estar en peligro.

Alarman burbujas

Roubini describe que la falta de liquidez en el mercado de bonos puede resultar en un cambio abrupto en el valor de sus activos cuando las condiciones económicas cambian sorpresivamente (por ejemplo, si la Fed alza sus tasas antes de lo esperado o si la eurozona registra mayor crecimiento que el previsto).

“La combinación de liquidez macroeconómica y falta de liquidez en los mercados es una bomba de tiempo. (…) A medida que más inversionistas se vuelcan sobre activos sobrevaluados y cada vez menos líquidos -como los bonos- el riesgo de una crisis extendida se incrementa”, advierte Roubini.

Con esto la alarma suena cada vez más fuerte en el mercado de bonos. Además de Roubini, expertos como Warren Buffet, legendario inversionista multimillonario, y Robert Shiller, ganador del Premio Nobel en Economía, ven los bonos como activos irracionalmente sobrevaluados.

Incluso Bill Gross, fundador de la administradora de activos Pimco y quizá el más famoso experto en bonos en el mundo, advierte que la tendencia alcista de los últimos 35 años en los mercados de deuda está por llegar a su fin. 

“Hay malestar por delante y bajo rendimiento en los activos. Quizá un gran malestar, si hay una burbuja reventándose”, advirtió Gross recientemente en una nota a sus clientes.

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