La administradora de fondos de inversión más grande del mundo mantiene un buen ánimo respecto a la coyuntura económica y política por la que atraviesa el país, pese a lo complejo que figura el panorama internacional a corto y mediano plazo.
En medio de una panorama global marcado por el cambio demográfico, la fragmentación geopolítica y hasta la transición energética, los inversionistas buscan encontrar espacios seguros que puedan brindarles el máximo beneficio posible y el país busca figurar como un gran destino de llegada.
Al respecto, José Luis Ortega, director de inversiones activas para BlackRock México expuso a Reporte Índigo que la perspectiva que la compañía tiene del país es alentadora gracias a diversos factores de índole económico, comercial y hasta político, lo que dejaría al escenario nacional con mejores condiciones de crecimiento de cara a los próximos años.
“Nos mantenemos optimistas sobre México, creemos que el país se va a beneficiar del buen crecimiento que se estima para Estados Unidos y esperamos que el crecimiento económico estará cercano a lo registrado en 2024; si bien no se esperan los crecimientos alcanzados en 2022 o 2023 y que evidentemente fueron consecuencia del periodo de recuperación, nos mantenemos optimistas, sobre todo porque tenemos una relación comercial con Estados Unidos super importante y que se mantiene muy dinámica”, sostuvo Ortega.
Además, el directivo consideró una buena señal que la nueva administración, encabezada por Claudia Sheinbaum, busque dar confianza al mercado y al empresariado al acercarse al sector privado y reconocer la importancia de su inversión; de la misma forma que sus reuniones con representantes de las agencias calificadoras demuestran que es un aspecto que “de verdad le importa a la mandataria”.
De lo anterior que BlackRock México descarte que el país entre en recesión el próximo año, pero su representante advirtió que la posibilidad de una baja en la calificación soberana está presente y su materialización dependerá del panorama que enfrentará el país en los próximos meses, sobre todo en el ámbito comercial.
No obstante, puntualizó que no hay fundamentos sólidos para considerar que el país requiere una calificación crediticia más baja.
Entender el mundo a partir de bloques, una de las tendencias para 2025
Otro punto importante que el director de inversiones activas para BlackRock México destacó durante la presentación de sus perspectivas globales para el próximo año fue que la vinculación que han generado diversos países a lo largo y ancho del planeta ha derivado en la construcción de bloques comerciales y económicos que, ante las tensiones geopolíticas vigentes, han buscado una colaboración más estrecha para minimizar el impacto negativo que tales conflictos han generado.
Por ello, más allá del ruido mediático y la construcción del discurso que se ha observado en Estados Unidos con el regreso de Donald Trump a la presidencia, José Luis Ortega planteó que no espera que el bloque norteamericano, integrado por México y sus países vecinos del norte, fracture sus relaciones comerciales.
“Norteamérica lo vemos como un bloque, no estar México incluido la verdad es que no lo consideramos porque no va a pasar, incluso lo que es la renegociación del tratado en 2026, aunque hubiera ruido en esa negociación, no significa que en ese año pudiera acabar el T-MEC, ya que está firmado para muchos años más hacia adelante. Lo que sí puede suceder es que justo ese ruido no permita que se detone la inversión como se desea”, dijo el directivo.
Incluso, con tal panorama no se espera que México vaya a enfrascarse en un conflicto arancelario con la considerada economía más grande del mundo, sobre todo cuando la relación que sostienen ha dado como resultado que el país se haya convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos.
Un contexto de transformación que cambiará por completo los criterios de los inversionistas
Que el país se beneficie de la fragmentación geopolítica y que su crecimiento económico parta de la vinculación que sostiene con la región norteamericana se inserta en un contexto donde los cambios estructurales que vive el mundo requieren de un cambio de paradigma sobre cómo los inversionistas y las empresas toman sus decisiones.
“Las megafuerzas están remodelando las economías y sus trayectorias a largo plazo: ya no se trata de fluctuaciones a corto plazo en la actividad que conducen a expansión o recesión, 2024 ha reforzado nuestra opinión de que no estamos en un ciclo económico: la inteligencia artificial ha sido un importante impulsor del mercado, la inflación cayó sin desaceleración del crecimiento y señales típicas de recesión. La volatilidad aumentó y las narrativas cambiaron a medida que los mercados seguían viendo nuevos datos a través de un lente del ciclo económico”, plantea BlackRock de cara al futuro.