Para el Banco de México (Banxico) el mandato monetario dual no está lejos de ser una realidad. Aunque desde hace varios años las cartas sobre su implementación se pusieron sobre la mesa, algunos especialistas consideran que este cambio representa la modernización de la política macroeconómica nacional, pero para otros significa un riesgo a la autonomía del instituto central.
Los argumentos que existen en contra de este tipo de mandato doble se relacionan a la creencia de que se podría descuidar la inflación en aras de privilegiar el crecimiento y equilibrio económico del país.
Pero en la otra cara de la moneda esta medida, en lugar de perjudicar, podría contribuir a mejorar el bienestar de la sociedad, ya que las personas a través de su consumo y con un mínimo de inflación, estarían garantizando el flujo económico.
Especialistas consultados manifiestan que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) son la evidencia de que un mandato doble no resta independencia monetaria, sino todo lo contrario.
Para que estos organismos pudieran maximizar los beneficios que trae consigo el cargo dual tuvieron que mantener una inflación baja, además de disciplina fiscal.
Marina Hernández Scharrer, socia en SAI Economía, asegura que, a diferencia de otros bancos centrales, es difícil que en este momento y con las reglas del actual gobierno, Banxico pueda hacerse cargo de dos tareas tan importantes al mismo tiempo.
Comenta que dejar en manos de Banxico la responsabilidad de la estabilidad económica del país es una situación tan compleja, ya que el crecimiento requiere de una política fiscal sana y una estabilidad macroeconómica que abra las puertas a la confianza de los inversionistas.
“Banxico es un organismo autónomo, nadie le puede ordenar. Si llegará a tener un mandato dual, ¿qué va a pasar cuando la economía no crezca? Ante esto, el gobierno con mucha facilidad le podría echar la culpa”, detalla Hernández Scharrer.
Mantener la esperanza , tarea de Banxico
Para la entidad monetaria, sostener el nivel de inflación por debajo de la meta de 4 por ciento ha sido una de las tareas más complejas, pues si esta sube, la gran mayoría de los mexicanos podría comprar menos con la misma cantidad de dinero, también tendrían dificultades para planear actividades de inversión, consumo o ahorro, y perjudicaría a los que tienen menos ingresos al no contar con medios para protegerse.
En la primera quincena de julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), presentó un aumento de 0.27 por ciento, con lo que la tasa de inflación se colocó en 3.84 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El nivel más bajo en los últimos dos años.
En el mismo periodo de 2018, los resultados fueron de 0.32 por ciento quincenal y de 4.85 por ciento anual.
Asimismo, el banco central dejó por cuarta ocasión consecutiva la tasa de referencia en 8.25 por ciento, con lo que sigue en su nivel más alto desde principios de 2009, decisión similar a la tomada por la Fed, que dejó la tasa en un rango de 2.25 y 2.50 por ciento.
Con cada noticia la presión recae sobre Banxico; hace unos días, el dólar superó la barrera de los 20.03 pesos por unidad, es decir, 36 centavos más respecto a la sesión previa, y se compró en un precio mínimo de 18.40 pesos en bancos de la Ciudad de México.
Ante esto, el Banco de México fijó en 19.57 pesos el tipo de cambio para solventar obligaciones denominadas en moneda extrajera pegaderas en el país.
Analistas aseguran que la guerra comercial entre Estados Unidos y China también es un factor que afecta la estabilidad económica del país y la empeora luego de que hace una semana el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció un arancel de 10 por ciento a 300 mil millones de dólares de importaciones provenientes de China, lo cual llevó a la moneda mexicana a cerrar con una depreciación de 30.4 centavos y cotizar en 19.61 pesos por dólar al mayoreo.
Antonio Sandoval, economista y analista de mercados financieros, argumenta que en sus 25 años de autonomía, Banxico ha hecho un gran trabajo al tratar de equilibrar el precio de la moneda para mantener el bienestar social y económico. El especialista también asegura que el organismo de alguna manera ya se encuentra dentro de un mandato dual, ya que al tomar decisiones para mantener en equilibrio, la inflación contribuye a mejorar la situación económica del país.
Además, insiste en que la entidad monetaria debe realizar diversas evaluaciones para encontrar la manera de bajar la tasa de interés en septiembre, sin embargo, esta situación se ve difícil ante la incertidumbre y se prevé que las tasas bajen de entre 25 y 50 puntos base.