Aunque no hayan visto las películas, reconocen las piezas. El efecto que provoca la música en los cinéfilos es único y no solo conquista los oídos de los amantes del séptimo arte.
Durante décadas artistas como Ennio Morricone, John Williams, James Horner, HansZimmer, y Max Richterle han dado corazón a cintas que hoy viven en el imaginario de millones de personas.
La relevancia de las bandas sonoras en las producciones es tal que incluso existen premios destinados solo a los compositores y en algunos casos los soundtracks superan a las películas en popularidad.
Al cierre del año pasado, la industria de la música grabada generó 20 mil 200 millones de dólares en ingresos, dinero que regresó a las productoras y a los artistas, de acuerdo con el último informe de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés).
Laura Verónica Meza, crítica de cine, destaca que el trabajo de estos compositores en particular tiene un peso importante en el negocio del entretenimiento a nivel mundial.
El pasado 06 de julio falleció el compositor y director de orquesta Ennio Morricone dejando un valioso catálogo valuado por diversas casas productoras en alrededor de 6 mil millones de dólares.
El italiano escribió las partituras de más de 500 piezas musicales tanto para cine como para televisión. En su amplio portafolio sobresalen El bueno, el malo y el feo dirigida por Sergio Leone y la historia de Cinema Paradiso, que en 1988 recaudó unos 12.4 millones de dólares, en contraste con los cinco millones que utilizó para su producción.
Aunque en el estreno la historia del cineasta que recuerda momentos de su infancia no obtuvo la aceptación que se esperaba, fue hasta que su director, Giuseppe Tornatore, la presentó en el Festival de Cannes cuando se convirtió en una leyenda.
La industria cinematográfica tampoco puede concebirse sin la presencia del estadounidense John Williams, padre de temas como el del clásico de los 70, Tiburón, y en esa misma década el sountrack de Star Wars: Episodio IV -Una nueva esperanza.
Otros temas que destacan en su repertorio son los de E.T., el extraterrestre; Indiana Jones, y La lista de Schindler.
El sitio especializado Celebritynetworth estima que la fortuna neta del director de orquesta asciende a 300 millones de dólares. A lo largo de su carrera, Williams ha recibido cinco premios de la Academia, cuatro premios Globo de Oro, 23 premios Grammy, y hoy es la segunda persona más nominada después de Walt Disney.
Música guardada en la memoria
La música y el cine son una pareja que bailan a un mismo son. Esta fórmula la entendió muy bien James Horner, quien fue uno de los más importantes compositores de bandas sonoras y director de orquesta en Estados Unidos.
En su larga lista de contribuciones musicales destaca Titanic, película que alcanzó los 2 mil 195 millones de dólares en taquilla mundial y también el tema de Avatar, que destronó a la otra creación de James Cameron con 2 mil 079 millones de dólares.
En la industria los alemanes Hans Zimmer y Max Richter han ganado un peso relevante, gracias al Gladiador y Vals con Bashir, respectivamente.
La crítica de cine, Laura Verónica Meza, opina que para algunos fanáticos puede perdurar más la banda sonora que la misma película, incluso entre personas que jamás las han visto y esto se debe al el elemento emotivo.
“Una máxima dice que ‘sería imposible vivir sin música’, y esto puede aplicarse a la experiencia humana, así como extrapolarse al séptimo arte, donde muchas historias jamás alcanzarían las mismas cotas de dramatismo ni nos llegarían a emocionar del mismo modo de no contar con una buena banda sonora respaldando toda esa narrativa”.
Tonada distinta
Por tradición la industria musical en el séptimo arte es muy competitiva y para las mujeres mucho más. Sin embargo, en el negocio sobresalen nombres como el de la estadounidense Wendy Carlos, y Hildur Guðnadóttir, de origen islandés.
Dentro de las creaciones de Carlos están la banda sonora para La naranja mecánica que se estrenó en 1971 provocando una gran polémica a causa de lo explícito de algunas escenas.
Años más tarde sería la responsable del tema de El resplandor y en 1982 marcó un hito con el sountrack de la película de ciencia ficción Tron, tema que se grabó en la Orquesta Filarmónica de Londres.
Wendy Carlos es considerada como una de las pioneras de la música electrónica a nivel mundial y a sus 80 años los fanáticos mantienen vigente el legado, pues han hecho diversas adaptaciones de sus piezas originales.
La chelista Guðnadóttir cobró relevancia con la cinta Joker, gracias a que obtuvo un Premio Óscar, un Globo de Oro, un Premio de la Crítica Cinematográfica, y un Premio BAFTA.
No obstante, el trabajo de la compositora está presente en otros proyectos, como la película de María Magdalena y en la exitosa miniserie Chernóbil.
Laura Verónica Meza, crítica de cine, opina que, aun cuando las mujeres han ganado espacios en la industria del cine y de la música, todavía hay una labor importante para cerrar la brecha.
“Si queremos un mundo justo no hay que olvidarlas. Vale la pena rescatar entre las nuevas generaciones el trabajo de Wendy Carlos, una arreglista y artista en todo el sentido de la palabra, o en tiempos recientes Hildur Guðnadóttir cuyo trabajo la ha catapultado, pero ya llevaba sus años en el medio”.