Prórroga de última hora
El Departamento de Comercio de Estados Unidos amplió ayer, por 24 horas, la fecha límite para las negociaciones sobre comercio de azúcar; por lo que sigue la disputa, en medio de especulaciones sobre un nuevo acuerdo donde México exportará menos azúcar refinada a Estados Unidos.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, señaló que la extensión del límite de las conversaciones sobre el comercio de azúcar con México por 24 horas más, obedeció a que se necesita más tiempo para completar “consultas técnicas finales”, con la industria para lograr un acuerdo.
Lourdes González
El Departamento de Comercio de Estados Unidos amplió ayer, por 24 horas, la fecha límite para las negociaciones sobre comercio de azúcar; por lo que sigue la disputa, en medio de especulaciones sobre un nuevo acuerdo donde México exportará menos azúcar refinada a Estados Unidos.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, señaló que la extensión del límite de las conversaciones sobre el comercio de azúcar con México por 24 horas más, obedeció a que se necesita más tiempo para completar “consultas técnicas finales”, con la industria para lograr un acuerdo.
“Las dos partes se ha unido de manera muy significativa, pero aún quedan algunos detalles técnicos que resolver”, explicó Ross, en un comunicado.
“Estamos bastante optimistas de que nuestras dos naciones están al borde de un acuerdo que todos podemos apoyar y así hemos decidido que una extensión corta del plazo está en el mejor interés de todos ”, precisó, el breve documento.
Las pláticas sobre la disputa del azúcar ocurren en la antesala para negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre los tres socios comerciales, las cuales se espera que inicien en la segunda mitad de agosto.
En marzo de este año, México canceló los permisos vigentes de exportación de azúcar a Estados Unidos, con el fin de evitar sanciones debido a una mala interpretación de convenios que regulan el comercio de edulcorantes entre ambos países, señaló la agencia Reuters en un reporte.
El producto mexicano entra a Estados Unidos desde el primero de enero de 2008, sin cuotas ni aranceles en el marco del TLCAN, pero a partir de 2015, las exportaciones se sujetaron a límites de precios y volúmenes ya que Estados Unidos argumenta que el azúcar procedente de México está subsidiada, lo que implicaría una práctica de competencia desleal para su industria. Para algunos analistas, el acuerdo aliviaría las tensiones frente a la renegociación del TLCAN, entre México, Estados Unidos y Canadá.
Sigue la disputa
Antes de darse a conocer el comunicado del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Reuters citó a un funcionario de alto nivel de México sobre un nuevo acuerdo, entre ambos países, donde habría una reducción en la cuota de exportación de azúcar refinada, a 30 por ciento del total.
Con este esquema se da acceso al producto mexicano al mercado estadounidense. La reducción efectiva es de 10 puntos, porque el acceso real fue de 40 por ciento de azúcar refinada y 60 por ciento cruda. Además se incrementaría el precio mínimo al que puede ingresar el endulzante mexicano a Estados Unidos.
El plan obligaría al azúcar mexicana a pasar forzosamente por las refinerías estadounidenses y no podría llegar al consumidor final, lo que daría el triunfo en la batalla a la American Sugar Alliance (ASA), por ser una de sus peticiones, la cual representa a los miembros de la industria en Estados Unidos.
Los detalles del nuevo acuerdo son definidos por los abogados de ambas partes reunidos en Washington; como parte de lo pactado, cuando Estados Unidos requiera montos adicionales, México será la primera opción de los proveedores y el azúcar a suministrar será refinada, según Reuters.
Según el acuerdo de 2014, el 53 por ciento del azúcar nacional que se exporta a Estados Unidos es refinada, sin embargo, representantes de ese país han presionado para que la cuota se reduzca a 15 por ciento, lo cual fue rechazado por la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), cuyo presidente, Juan Cortina se encuentra en Washington negociando el arreglo.
La semana pasada, Wilbur Ross advirtió que el departamento de comercio de ese país iba a imponer aranceles antidumping y antisubsidios al azúcar de México si no se alcanzan acuerdos en la disputa comercial.
Demandas adicionales
Los refinadores de azúcar de Estados Unidos regresaron ayer a la mesa de negociaciones con demandas adicionales, después de que los gobiernos de México y Estados Unidos habrían alcanzado un acuerdo para resolver la disputa sobre el comercio del edulcorante, reveló Reuters.
Además que había algunos miembros de la industria estadounidense que no quieren el acuerdo y todavía intentaban tumbarlo.
La renegociación de los llamados “acuerdos de suspensión”, que regulan desde finales de 2014 la entrada del azúcar mexicano a Estados Unidos, concluyó ayer, pero de último momento hubo una prórroga para seguir las conversaciones.
La disputa sobre el azúcar captó el interés de senadores demócratas y republicanos, quienes enviaron una carta al secretario de Comercio estadounidense, para advertir que de no llegar a un acuerdo (lo cual se traduciría en una escalada arancelaria), el más afectado será el consumidor de Estados Unidos.
“Estamos preocupados de que cualquier negociación comercial incremente los precios del azúcar en Estados Unidos y lastime a los consumidores estadounidenses”, indicó el documento.
De esa forma exhortaron a que ambos gobiernos renuncien a restricciones comerciales adicionales o control de precios.
En contraparte, el gobierno mexicano enfrenta las presiones de los productores azucareros que piden protección comercial contra la fructosa estadounidense, que ingresa al mercado nacional sin restricciones.
La industria en México acusa que les quieren obligar a enviar azúcar de baja calidad para que dos empresas refinadoras de Estados Unidos la refinen, y se queden con el mercado, en detrimento de lo estipulado en el marco del TLCAN.
Los senadores estadounidenses propusieron mejorar los acuerdos de suspensión vigentes desde 2014, para beneficiar a los consumidores.
Al respecto, la CNIAA ha sostenido que dos refinadoras en Estados Unidos ejercen presión para que su gobierno obligue a México a mandar azúcar de baja calidad.
Los refinadores estadounidenses buscan bajar el porcentaje de exportaciones de México, a un 15 por ciento y si no se acepta entonces entrarían aranceles que podría alcanzar hasta 80 por ciento, lo que significaría una pérdida de mercado para los productores mexicanos.
Los senadores de Estados Unidos indicaron que los productores de azúcar domésticos han ejercido demasiada influencia en las negociaciones a expensas de los manufactureros que dependen de la azúcar para fabricar productos y todos los ciudadanos que los consumen.