Ayuditas de reactivación… para pocos empresarios
La entrega de créditos a micro y pequeños negocios es una de las medidas implementadas por el gobierno federal para la reactivación económica, sin embargo estos cubren a unos cuantos y el monto es insuficiente
María Fernanda NavarroEl “paraguas” de créditos a negocios instrumentado por el gobierno federal para proteger a los empresarios que se vieron afectados por la “tormenta” COVID-19 es pequeño y cubre a muy pocos.
Acceder a uno de los apoyos integrados en los programas de Microcréditos para el Bienestar y Crédito a la Palabra resultó imposible para un buen número de empresarios y para quienes les fue aprobado, el monto otorgado no fue suficiente para paliar los efectos de la parálisis económica que tuvieron que enfrentar.
Con los recursos asignados este año a dichos programas de “alivio” se cubrirá a 12.3 por ciento de la población potencial, de acuerdo con cálculos elaborados en agosto por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Yunuen Gómez, propietaria de un negocio de venta de artesanías mexicanas en Acolman, Estado de México, que tuvo que cerrar durante dos meses y medio debido a las medidas de confinamiento; es uno de los casos que pone de manifiesto dicha situación.
Gómez solicitó el apoyo de 25 mil pesos que se otorga en el programa de Microempresa Familiar en agosto de este año, pero sin ninguna explicación le fue negado. Dos meses más tarde se le informó que era candidata al programa de Tandas para el Bienestar, que entrega seis mil pesos y conforme los beneficiarios cubren el monto prestado se aumenta esta cantidad. Sin embargo, esta ayuda económica apenas sirvió para cubrir la renta de su local.
“Por el giro de mi negocio que es de artesanías, el monto es muy poco. De mis ventas dependen unos 15 artesanos que me surten mercancía y cerca de mi local hay otros giros como personas que venden frutas, frituras en la calle o las tienditas, que nunca cerraron y a ellos sí les dieron 25 mil pesos. Por lo que veo el gobierno no supo enfocar bien los apoyos”, afirma la microempresaria.
Otro ejemplo es el de Orlando Guadarrama, un comerciante informal que distribuye artículos de bisutería en la Ciudad de México y Zona Metropolitana. De su negocio dependen cinco costureras y dos repartidores, pero durante los meses de confinamiento las ventas se congelaron y con ello los ingresos de las ocho familias.
“Ví en la conferencia del presidente que iban a apoyar a empresarios formales e informales y me sentí aliviado. Marqué a una línea de Bienestar, metí mi solicitud vía internet y luego estuve buscando por varios medios cómo aplicar a los apoyos pero nada. Como vi que no me respondían, mejor solicité préstamos con familia y eché a andar otra vez el negocio con menos trabajadoras, no tuve otra opcion”, explica Guadarrama.
Alejandro Salcedo, líder de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme), relata que alrededor de 900 de sus agremiados aplicaron para los apoyos a microempresas familiares, de los cuales únicamente 55 fueron beneficiarios finales, aunque con los Créditos Solidarios, que se otorgan a empresarios registrados ante el IMSS, la tasa de aceptación fue más alta.
“Ha costado trabajo acceder a los apoyos, pero además ha sido insuficiente. Por ejemplo mi empresa, tengo 12 trabajadores y los gastos de operaciones mensuales, es decir, nómina, pago de seguro social, operación, al menos son 130 a 140 mil pesos mensuales. A mí me dieron un préstamo del IMSS de 25 mil pesos pero en automático lo retorné porque tenía que pagar el seguro de mis trabajadores que es de 28 mil pesos, es decir, no me alcanza”, explica.
El pequeño empresario recuerda que 400 mil Pymes no volverán a abrir después de que cerraron por la pandemia y por ello la necesidad de generar un fondo de rescate como banca de desarrollo real.
“No tenemos muy claro el programa para la actividad económica, sólo estos prestamitos que no van a ser suficientes. La micro y pequeña empresa, en sectores como la industria, tenemos que amortiguar desde 150 mil pesos hasta un millón por todo lo que hemos tenido de pérdidas”.
Cálculos del CIEP apuntan que la población potencial para recibir un crédito por parte del gobierno, si se toma en cuenta que 35.4 por ciento de los trabajadores que laboran en una micro y pequeña empresa son propietarios, asciende a 12 millones 359 mil 330 personas.
Sin embargo, el objetivo del gobierno federal era colocar un millón 451 mil créditos de apoyo a las empresas familiares una vez que empezaron a notarse las afectaciones económicas por las medidas de confinamiento establecidas en marzo de este año. Esto a través de la modalidad Microempresa Familiar y Crédito Solidario a la Palabra, además de las Tandas para el Bienestar, que ya eran uno de los 30 programas y proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.