Respecto al año pasado, México pasó del lugar 58 al 53 en el Índice de Competitividad Global.
No está nada mal el avance en tan solo un año, pero si tomamos en cuenta que hace dos años estábamos en el lugar 60, no hay un patrón de mejoría constante.
La bondad de esta publicación estriba en cómo desglosa el índice en sus distintos rubros, pensar en el concepto de competitividad es algo muy amplio, así que no podríamos como país intentar mejorar algo en particular a raíz de esto.
Hay tres principales rubros que a su vez desprenden ciertas variables:
Requerimientos básico: Aquí se encuentran las variables de instituciones, infraestructura, ambiente macroeconómico y educación primaria/salud. En este rubro nos encontramos en el lugar 63.
Potenciadores de eficiencia: Son las variables de educación superior, eficiencia en el mercado de bienes, eficiencia en el mercado laboral, desarrollo del mercado financiero, preparación de tecnología y tamaño de mercado. Aquí nos ranquean en el lugar 53.
Factores de innovación y sofisticación: Lo miden a través de las variables de innovación y sofisticación de empresas. En este lugar nos ubicamos en el lugar 49.
También tienen rankings de cada variable en particular. Dentro de estos rubros, el mejor puesto que tenemos es el de tamaño de mercado, en lugar número 12 seguido por el lugar 40 en ambiente macroeconómico. El peor lugar es el 102 en la eficiencia del mercado laboral.
En las empresas
Para medir la calidad del entorno empresarial hay una comparación de 15 variables que la afectan negativamente.
Las tres de mayor impacto en orden son: crimen/robos, corrupción e ineficiencia de la burocracia gubernamental. Evidentemente los tres son temas que están en la boca de la mayoría de los ciudadanos.
Por su lado los que menos impactan son inestabilidad gubernamental, regulaciones de monedas extranjeras y falta de salud pública.
De todas las variables, en la que nos encontramos peor en relación a otros países es el problema de crimen organizado, al estar en el lugar 139 de 142 países, ésta va dentro del rubro de infraestructura.
Sin contar la parte del tamaño de mercado, la mejor variable con la que contamos es disponibilidad de asientos en aerolíneas medido en kilómetros sobre semana.