Hay un comportamiento muy extraño en las calificadoras
El crecimiento y futuro de un país puede estar a expensas de una calificación. En la actualidad, el nivel de confianza que se debe de tener en las estrategias que implemente un gobierno y las decisiones de los empresarios para invertir o no en proyectos está a expensas de lo que digan las calificadoras de riesgo.
En el mundo existen múltiples calificadoras, pero las más importantes son Standard & Poor’s, Fitch y Moody’s, las cuales se dedican a evaluar la capacidad de pago de un país o una empresa, es decir estiman que tan probable es que quien contrae una deuda cumpla con sus compromisos de pago.
Las calificadoras colocan a las entidades en un determinado escalón dependiendo del cumplimiento con sus compromisos de pago. Para Moody´s, existen 11 escalones, los más altos son: AAA, AAA1, AAA2, AAA3, A1, A2, A3, y el más bajo es C. Para S&P y Fitch, los escalones más altos son: AAA, AA+ Y AA, y los más bajos NR. S&P cuenta con 25 escalones y Fitch con 28.
BBB
El cambio de perspectiva, hace referencia a una advertencia, esto quiere decir que si la entidad, continúa presentando los mismos riesgos señalados por la calificadora, bajará de escalón. Cabe destacar que la caída en la calificación no es inmediata, generalmente lleva de 6 meses a un año.
En el caso de México, la notas volvieron a bajar en los últimos días, pues Fitch Ratings redujo la nota soberana del país de BBB+ a BBB con perspectiva estable y Moody’s Investors Service cambió la perspectiva del país de estable a negativa, el pánico corrió de nuevo en las calles y llegó a oídos de los inversionistas, frenando nuevamente la posibilidad de recuperar su confianza.
Los motivos de la baja calificación han sido las mismas razones en los últimos meses, una combinación por el incremento de riesgo en las finanzas públicas, ante el deterioro financiero en Pemex, las tensiones comerciales en el exterior, un crecimiento económico deficiente en los últimos meses, las preocupaciones sobre disciplina fiscal y la incertidumbre política que ha generado el gobierno mexicano.
Tras las constantes críticas, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las calificadoras y los expertos en materia financiera aplican la misma metodología de hace más de tres décadas para definir el rumbo que está siguiendo el país.
Antonio Estudillo, economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que a pesar de que estos organismos tienen la función de calificar y exponer sus criterios, no existe ningún tipo de institución que las avale a ellas bajo una normatividad de comportamiento que defina qué es adecuado o qué no.
Sin duda debería de existir una organización que regule esta normatividad, pero va a ser muy difícil porque cada una maneja intereses diferentes. Las calificadoras están siendo muy duras y es raro porque el actual gobierno lleva poco en función, apenas está en su curva de aprendizaje, con el tiempo va a agarrar vuelo
“En el sexenio de Enrique Peña Nieto muy pocas veces se manifestaron de forma tan alarmante sobre la situación de México”, explica Estudillo.
Agentes extraños
Casi como una casualidad mientras Estados Unidos se encontraba en reunión con el gobierno de México para llegar a un acuerdo sobre la imposición de 5 por ciento de aranceles a los productos mexicanos, dos de las calificadoras más importantes del mundo y de origen estadounidense, le bajaron de nuevo el puntaje a la nación azteca.
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Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), asegura que aunque podría no haber relación entre lo que se suscitó la semana pasada, los acontecimientos a lo largo del miércoles se tornaron en una situación extraña, ya que hubo factores que resultaron poco usuales como que las calificadoras en un periodo muy corto de tiempo volvieron a bajar la calificación, además, para justificar el nuevo puntaje dieron argumentos muy estrictos y poco consistentes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las calificadoras aplican la misma metodología de hace más de tres décadas para definir el rumbo del país
“Hubo factores que se salieron de lo normal ese día, y el principal fue que el criterio que habían utilizado las calificadoras para ver la capacidad de pago a corto plazo del país estaba relacionado al superávit o el déficit, lo extraño radica en que de acuerdo con los informes trimestrales e incluso el último del mes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mostraron un superávit primario bastante importante”.
