Autónomos y fuertes

Si bien el Banco de México (Banxico) fue fundado en 1925, por el presidente Plutarco Elías Calles, fue hasta 1993 que se decidió convertirla en una institución autónoma. 

Con ello se quiere decir que, aunque la institución reciba su presupuesto con recursos del gobierno, desde entonces las decisiones han sido tomadas de forma independiente, siempre persiguiendo los objetivos de la institución.

Como misión, la institución se fijó como objetivo prioritario la preservación del valor de la moneda nacional al largo plazo, para así apoyar a la mejoría del bienestar económico del país. Cabe destacar la importancia de esta misión, ya que determina el tipo de políticas y objetivos que van a perseguir como institución. 

Para el caso del Sistema de la Reserva Federal (Fed), su política monetaria busca el control del poder adquisitivo y el crecimiento de la economía, la cual esta última no está dentro de los objetivos finales de Banxico, sino como secundario.

Entre las principales facultades de Banxico se encuentran: Señoraje (facultad de emitir monedas y billetes), decidir el otorgamiento de crédito al Gobierno Federal, aplicación de políticas monetarias (tasa de referencia, compra/venta de certificados de Tesorería), entre otros más.

La importancia de la autonomía de un banco central puede definir, por lo que se ha visto en diversos casos, si los objetivos que se fijan serán o no cumplidos. 

Y es que para los gobiernos, puede llegar a ser un tanto tentador echar a andar la “máquina de dinero” para financiar gasto público. 

Estas acciones nos llevaron a grandes periodos de inflación e inestabilidad económica en las últimas décadas del siglo 20, problemáticas que no se han repetido por cuestiones internas en los últimos años.

A propósito de los 20 años de autonomía, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, mandó un mensaje felicitando a la institución por la labor que ha desempeñado en beneficio de la estabilidad macroeconómica de México. 

Bernanke resalta los cambios en el marco de política monetaria que ha traído consigo la institución a través de la adopción de un tipo de cambio más flexible, mayor transparencia y regimenes de tasas de interés establecidas, todo esto apoyado de una mayor disciplina fiscal que ha traído mayor estabilidad económica.

También se habló de la credibilidad que ha construido Banxico como institución generadora de política monetaria. 

Anuncios creíbles

Se dice que los buenos bancos centrales logran los efectos que desean con tan solo anunciar las decisiones que posteriormente tomaran. 

Es decir, un banco central sin credibilidad no generará los resultados que esperaba ante cualquier política que se opte.

Esto se basa en los resultados en la tasa de inflación que se ha mantenido en un solo dígito desde el 2000. 

Esto es un gran logro tomando en cuenta la inflación de las últimas 3 décadas del siglo 20, ya que las cifras de dos dígitos se estaban dando desde el 73. 

En 1987, un año después de que México fue anfitrión del Mundial de Futbol, se vio el pico más alto del aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 159.17 por ciento. 

Por ello, era indispensable que una institución aplicara una política monetaria en base a objetivos inflacionarios, y no que funcionara como un fácil crédito. Con esta decisión se pudo salir de la crisis del 94 en tan solo un sexenio.

Entre otros beneficios de la autonomía del banco central, Agustín Carstens, gobernador de dicha institución, resalta la disminución de la deuda.

“Gracias a expectativas de inflación bien ancladas, el gobierno mexicano ha disminuido progresivamente el costo de su deuda pública interna y externa, y ha incrementado sus plazos de vencimiento”, mencionó Carstens.

Por los resultados macroeconómicos que se han dado en los últimos años, no es de sorprender que hace unos días la revista Euromoney lo reconociera como el mejor banquero central. 

Esta decisión fue respaldada por su reciente decisión de bajar la tasa de referencia de 4 por ciento al 3.75 por ciento, decisión que también fue apoyada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

En beneficio de sus objetivos

Según el artículo 28 de la Constitución, se asegura la autonomía de las funciones de Banxico en pro de una mayor efectividad. 

La conducción de la Junta de Gobierno del Banco de México se designa por el presidente con la aprobación de la Cámara de Senadores. 

La Junta de Gobierno está compuesta por el gobernador del Banco, elegido por el ejecutivo federal, y por otros 4 subgobernadores, estos últimos son quienes equilibran las resoluciones que tome el organismo, ya que para cada decisión se realiza votación.

La duración de los gobernadores es de 6 años, los cuales inician su mandato el primero de enero del cuarto año de la administración del presidente de la república.

Esto se hace con el propósito de que se sigan tomando decisiones en beneficio de los objetivos del banco central, y no de algún presidente o partido político.

Para el caso de los subgobernadores, duran en el cargo por 8 años; cada 2 años se dan sucesiones de diferentes subgobernadores. 

Es decir, hay cambio de subgobernadores durante el primer, tercer y quinto año de la administración del ejecutivo federal.