Las artesanías mexicanas reflejan la cosmovisión de la cultura mexicana, sin embargo, el proceso de creación y de comercialización se ve afectado por diversas dificultades que enfrentan los artesanos del país, como la falta de inversión y la carencia de protección intelectual.
A nivel nacional, las artesanías representan el 19.1 por ciento de la producción cultural. En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB) del sector de la cultura, el valor de la elaboración de las artesanías disminuyó en 0.8 por ciento en el año 2019, de acuerdo con el estudio “Cuenta Satélite de la Cultura de México”, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Pese a la falta de registros formales, los padrones de los productores artesanales varían por cada estado, se tiene una estimación aproximada de 451 mil 837 artesanos en Oaxaca; 46 mil 072 en el Estado de México; 24 mil 888 en Chiapas; y mil 179 en Yucatán, según datos del Diagnóstico situacional del sector artesanal en México durante el período de la pandemia por el COVID-19 del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART).
Uno de los mayores inconvenientes que presenta el mercado artesanal es la falta de inversión, pues impide la eliminación de las barreras que limitan las capacidades de los diversos procesos de producción de las artesanías mexicanas, explica Alfredo Fonseca, cofundador de La Cosita Chula.
Los pedidos por mayoreo también son otro obstáculo, “muchas personas suelen solicitar un precio de mayoreo por cierto número de prendas, el problema de lo hecho a mano es que no se lleva ni menos tiempo, esfuerzo, material entre más prendas hagas, al contrario, es mucho más trabajo, más tiempo, cansancio y dedicación, incluso el material sale al mismo costo”, comenta Xitlalic López, fundadora de Milagros textiles.
Asimismo, el trabajo que hay detrás de cada pieza artesanal suele ser poco valorado por los consumidores, incluso los artesanos prefieren abaratar los costos con tal de vender sus piezas, ya que la mayoría vive de la venta de sus artesanías.
“(La estimación de artesanías al año) es de 300 mil piezas, aunque todo depende del volumen. Con la pandemia todo se contrajo, esa cantidad se redujo en un 50 por ciento desde marzo (del 2020), cuando empezamos a recibir llamadas de cancelación”, detalla Fonseca.
La pandemia por COVID-19 ha resaltado la falta de respaldo económico que tienen las comunidades de artesanos y artesanas, sus ventajas se redujeron hasta en un 70 por ciento, expone Salvador Rosas, especialista en economía, quien participa en el Primer Congreso Internacional de Artesanía: Voces, Saberes y Haceres.
“A partir de la pandemia, para los productores locales en comunidades (de Oaxaca), esto fue una gran barrera, puesto que (en algunos lugares) ni siquiera hay internet, tampoco se cuenta con el equipo (tecnológico). Entonces si tú no cuentas con una computadora, no puedes acceder a los beneficios del comercio electrónico”, menciona López.
Además, dentro del sector artesanal ocurren las “fugas de cerebros”, es decir, algunos artesanos optan por emigrar a otros países con la intención de tener mejores oportunidades en este ámbito.
Barreras de exportación para artesanías mexicanas
La orografía también se vuelve un impedimento para la actividad artesanal, por lo general la comunicación entre comunidades resulta compleja, además de los desafíos que implican los envíos a otros estados del país desde la comunidad donde se crean las artesanías como el caso de Milagros textiles, ubicada en Oaxaca.
El proceso de exportación de artesanías mexicanas aplica para quienes están más consolidados, o sea, quienes tienen una posición segura en el mercado de México que les permita abrir puertas en el extranjero. Varios acuerdos internacionales aprueban que no se paguen aranceles por los productos artesanales, con los impuestos del país productor es suficiente, aclara Fonseca.
Con la reforma en la Ley Federal del Derecho de Autor el 24 de enero de 2020, se le dio un reconocimiento a la actividad artesanal, misma que refiere a la protección de la ocupación en lo colectivo, esto quiere decir que no se puede identificar a una persona como autor, sino como comunidades, expresa Patricia Basurto, experta en propiedades intelectuales de los artesanos, quien también participa en el Primer Congreso Internacional de Artesanías.
Los grupos artesanales han pasado, en su mayoría, por problemáticas de plagio en sus diseños y artesanías, tanto en México como en el extranjero, aun con normas que en la práctica no se aplican de la manera esperada.