Todo aquello que dependa de las políticas del actual gobierno deberá tener sinónimo de transparencia y austeridad. En los últimos meses, se ha demostrado que los cuestionamientos llegarán a su tiempo y por igual, a todas las dependencias que forman parte de la administración pública. Muchas ya han pasado por el yugo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien exige la rendición de cuentas y pruebas de la funcionalidad de cada una de ellas. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), no fue la excepción.
Las disputas entre este organismo y el Ejecutivo comenzaron cuando la Secretaría de Bienestar (Bienestar) destituyó a Gonzalo Hernández Licona como titular del Coneval, luego de casi 13 años al frente de la institución y en medio de una crisis presupuestal que había denunciado desde hace ya varios meses.
Las cifras deben tener rostro para que la institución pueda reinventarse
Poco después del incidente, el presidente aseguró que el extitular no se alineaba a las políticas de austeridad, pues ganaba 220 mil pesos al mes. Sin embargo, más tarde, Hernández Licona desmintió los dichos a través de su cuenta de Twitter, al publicar que su sueldo mensual era de 91 mil 957.52 pesos, cantidad que puede comprobarse en el portal Nómina Transparente.
Al dejar su cargo, el extitular afirmó que por más de una década se hicieron trabajos de calidad, a pesar de que el presupuesto siempre fue austero. Afirmó que la falta de ingresos atacó de manera directa a la estructura de la Dirección General en un 20 por ciento, debido a que se eliminaron direcciones generales adjuntas y además se frenaron investigaciones ya avanzadas.
Sin importar las declaraciones de Gónzalo Hernández, el presidente de México consideró la posibilidad de desaparecer el Coneval y aseguró que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) podía hacer el trabajo del organismo sin que hubiera mayor problema.
De acuerdo con los especialistas, el trabajo que hace Coneval es muy diferente al que se hace en el Inegi, además en presupuesto la diferencia es abismal, pues a la primera tan solo le destinaron 443.1 millones de pesos (mdp) de presupuesto, mientras que a la segunda 12 mil 129 mdp, monto 55.7 por ciento superior.
Marcia Checa, presidenta de la Academia Nacional de Evaluadores de México (Aceval), asegura que el trabajo del Coneval es de vital importancia no solo porque le permite al gobierno conocer el índice de pobreza que existe en el país y tomar acciones para combatirla, también le da recomendaciones para hacer cambios si es que descubre que las estrategias políticas o sociales implementadas no están funcionando.
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Insiste en que el Inegi no podría hacer el trabajo del Coneval ya que tienen diferentes alcances, y que a pesar de que se complementan en cuanto al trabajo, sus funciones para con el país son distintas.
“Si el Coneval en determinado momento dejara de existir, al país le faltaría información confiable sobre lo que está pasando a nivel pobreza, asimismo, no habría alguna institución que se encargara de ver si los programas y la política social están funcionando de manera adecuada. En pocas palabras es un trabajo serio en términos de vigilancia al gobierno”, detalla la directora.
Esfuerzos para el futuro del Coneval
Los pendientes y los retos de la anterior administración se quedarán a cargo de José Nabor Cruz Marcelo, quien ya se encuentra dando seguimiento a los trabajos de medición y evaluación de programas sociales, combate a la pobreza y política social, así como al diseño e implementación de acciones que sean efectivas para el marco de la actual política de Bienestar.
Por el momento, la atención no ha sido suficiente, ya que en el Listado Coneval de Programas y Acciones de Desarrollo Social 2019 se identificaron 19 apoyos que presentan similitud al 100 por ciento con uno o más programas, y otros 27 son parecidos en 98 por ciento con uno o más proyectos.
Bienestar y Coneval tras la identificación, se reunieron para identificar estos casos y revisar las características particulares de cada uno y de su operación.
Diego Vázquez, gerente de investigación en Oxfam México, comenta que los retos a los que se enfrentará el Coneval en los próximos meses, tienen que ver con la forma en que eficientarán los recursos ante un panorama de austeridad. Insiste en que ellos deben de mantener su confianza, institucionalidad y legitimidad, para que todos sigan creyendo en sus cifras.
La tarea más inmediata del Coneval consiste en publicar las cifras de pobreza que hacen cada dos años. Como segunda misión tienen que evaluar los cambios en la política social del país y poner atención a los programas que están en transferencia. Es muy importante que el Coneval se fortalezca, porque gracias a él la sociedad puede pedir cuentas y monitorear tanto al Gobierno federal como al estatal
