Las tensiones económicas, diplomáticas y comerciales que sostienen el gran bloque de países, conocido como G7, y la nación rusa, amenazan con provocar un impacto de escala global a partir de la intención de usar recursos rusos para financiar a las fuerzas armadas ucranianas en el conflicto bélico que ostentan.
En el marco de la contienda que el grupo de potencias conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, además de la representación de la Unión Europea, mantiene con Rusia, se avecina un punto de quiebre; ya que el nombrado G7 contempla de forma seria “actos jurídicos que garantizan que los beneficios netos derivados de los ingresos imprevistos y extraordinarios procedentes de los depositarios centrales de valores en la Unión Europea, como resultado de la aplicación de las medidas restrictivas, se utilicen para seguir prestando apoyo militar a Ucrania”.
Dicho embargo ronda una cifra de 210 mil millones de euros, que podrían generar por concepto de interés aproximadamente tres mil millones de euros al año al tomar como referencia los activos rusos congelados dentro de la Unión Europea.
Alemania pacta proporcionar apoyo militar duradero a Ucrania
Canciller Olaf Scholz: “dos anios después del comienzo de esta horrible guerra, enviamos un mensaje muy claro al presidente ruso; no dudaremos en nuestro apoyo a Ucrania, seguimos firmemente a su lado” – lis pic.twitter.com/v8vA6ITkeV
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Sin embargo, concretar el plan que propone el grupo de países puede dar pauta a que el país euroasiático responda aplicando una medida similar, ya que después de que la Comisión Europea difundiera la intención de beneficiar al ejército ucraniano con los activos de Rusia, el presidente de dicho país, Vladímir Putin, advirtió que la respuesta será facultar a sus tribunales para embargar bienes muebles e inmuebles estadounidenses, incluidos empresas y ciudadanos.
Tal panorama puede derivar en que las hostilidades económicas y geopolíticas escalen a un nivel más álgido, pues son impulsadas por una serie de actos ilegales por parte de las naciones involucradas, explica en entrevista para Reporte Índigo, Sergio E. Martínez, académico de la Facultad de Economía de la UNAM.
“Es como un juego de ajedrez, están presionando al enemigo para ver qué reacción toma. Putin dice que lo que quieren hacer los países del G7 es un ‘robo’ porque ese dinero no les pertenece, y es que los intereses son rusos, entonces sí es un robo (…) Rusia busca responder ante una acción ilegal con otra igual, ninguna de las dos reacciones están permitidas, hay que tener cuidado porque se empieza a convertir en una guerra”, destaca el académico de la UNAM.
Efectos generalizados en la economía global por las medidas
Las consecuencias por las acciones que se disponen a implementar tanto los miembros del G7 como Rusia amenazan a la economía global, más allá de generar un efecto negativo diferenciado entre naciones, coinciden expertos en el tema, quienes destacan que las consecuencias de tales estrategias podrían sentirse a corto plazo.
Las decisiones que se tomen durante los próximos días se reflejarán en pocos meses y pueden impactar durante años, ya que crean fenómenos especulativos en la economía que influyen en el comercio en general y también en la apreciación del euro, ello puede llevar al viejo continente a una crisis económica, pues en los últimos meses se han encontrado al borde de una recesión, un problema que los rusos no tienen, por lo que Europa puede ser el más afectado, abunda Martínez.
En contraste, el académico de Investigaciones Económicas de la UNAM, Raúl Ornelas, señala: “Yo creo que la sartén por el mango lo tienen los europeos y los estadounidenses, porque Rusia es una economía relativamente atrasada y no tiene un poder de mercado suficiente, es muy fuerte en recursos naturales, creo que lo que va a hacer es cerrar la válvula del gas a Europa, pero en términos de confiscación y medidas financieras no tiene tanto margen de maniobra”.
Alemania, Francia y Polonia se comprometen a intensificar el suministro de armas a Ucrania
Los líderes de estos países se comprometieron a intensificar su apoyo militar a Ucrania con una nueva coalición de misiles de largo alcance y la compra de más munición.
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Por su parte, Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios, opina que, tanto el bloque del G7 como la nación euroasiática se verían impactadas en diferentes magnitudes, todo depende de la fortaleza de cada banco central, así como del peso y la presencia que cada país tiene en el mercado mundial.
Un beneficiario inesperado, China
Las presiones que ejercen los protagonistas de occidente junto con los rusos para disponer de los recursos ajenos y mantener el conflicto bélico con ucrania, pueden beneficiar indirectamente a China, pues su dinámica comercial se ha fortalecido en los últimos años tanto en los mercados europeos como en el euroasiático, por poner un ejemplo, entre otras cuestiones, resalta Martínez.
“El único gran beneficiado en la situación sería China, que ágilmente se está fortaleciendo, pues paradójicamente la estrategía de Washington y sus aliados contra Rusia enriquece al gigante de Asia que puede hacerse de más activos rusos, pero al mismo tiempo de activos de los países del G7”, destaca el doctor en economía intencional.
Aunque el panorama aún es incierto, se espera que en las futuras reuniones que realice el G7 , en lo que resta de mayo o en junio, se pueda definir la situación sobre el uso de los activos del país euroasiático y con ello se concluirá la respuesta que tendrá Rusia.