El aumento que han experimentado los precios de los productos energéticos y las proyecciones sobre su cotización internacional representan un riesgo para la inflación que preocupa al Banco de México (Banxico).
“Algo que nos preocupa es que las curvas de futuro de varios precios de los energéticos también tienen una tendencia a precios elevados en los siguientes meses y eso podría dar lugar a (…) alguna presión adicional (en la inflación) proveniente del lado de las cotizaciones internacionales”, declaró el gobernador de la entidad Alejandro Díaz de León en una entrevista con Reuters.
Asimismo, agregó que “ese es un factor claramente de riesgo y preocupación”.
En la minuta más reciente sobre la decisión de política monetaria que se publicó este jueves, se muestra que la Junta de Gobierno de Banxico mantuvo la tasa de referencia en 7.75 por ciento, excepto un integrante.
El subgobernador Manuel Ramos votó a favor de elevar la tasa en 25 puntos base, de acuerdo con el documento.
La medida de mantener sin cambios la política monetaria buscaba frenar el avance de la inflación interanual que en septiembre se ubicó en 5.02 por ciento, de acuerdo con datos del INEGI.
En su último informe trimestral, el banco central proyectó que la inflación general convergerá hacia la meta permanente de 3.0 por ciento, un punto porcentual en el primer semestre de 2020.
Desde enero de 2017, el índice nacional de precios al consumidor ha superado el objetivo fijado por Banxico.
“Hay que estar muy cautelosos para ver si la trayectoria de la inflación es consistente con el pronóstico y la trayectoria que se había anticipado o si los choques que estamos viendo comienzan a tener ya un efecto mayor sobre esa trayectoria de convergencia”, refirió Díaz de León.
