Estrategias enfocadas en la planeación del gasto, el uso inteligente del crédito y la optimización del ingreso pueden ayudar a mitigar las afectaciones producidas por la preocupación crónica derivada del aspecto económico diario.
El estado de las cuentas bancarias y el miedo por tener vacía la cartera tienen un reflejo en el bienestar y la salud de cada persona, cuestión que ha llevado a conceptualizar el padecimiento de estrés financiero y que de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) se define como la angustia, ansiedad y presión ante una situación económica llena de incertidumbre y de dificultad económica, que roba energía y tiempo.
A pesar de no contar con una medición oficial sobre la magnitud del problema en el país y sus afectaciones, diversos análisis han estimado que el estrés financiero podría llegar a afectar a la mitad de los trabajadores mexicanos, lo que lo convierte en uno de los padecimientos con mayor urgencia por atender en materia de finanzas personales.
Al respecto, factores como el desempleo, los ingresos insuficientes y los hábitos de consumo exacerbado figuran como los principales causantes de la angustia constante por temas económicos, explica Oscar Rosado, presidente de la Condusef.
“Es un tema que podría partir de lo conductual y que tiene que ver con hábitos de consumo impulsados por una sociedad que te empuja a consumir para pertenecer, toma de crédito en exceso, compras compulsivas, querer vivir más allá de tus posibilidades, aparentar con cosas, y lo más grave, querer rellenar el vacío interior con cosas del mercado”, menciona Rosado.
Aunque en el caso mexicano resulta complejo poder sobreponerse al estrés financiero, sobre todo cuando seis de cada 10 personas que trabajan ganan menos de 13 mil pesos al mes, como lo expone el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, existen algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar los hábitos financieros personales, lo que se traduce en una menor tensión por el aspecto económico del día a día, a continuación algunas de ellas.
Arma tu presupuesto
Entendido como el cálculo y registro recurrente de los ingresos y gastos de una persona, un hogar o una empresa, el presupuesto figura como la herramienta base para poder tener el control financiero de una situación y permite la toma de decisiones económicas basadas en evidencia, ya que el presupuesto nos hace ser conscientes de nuestra situación financiera, ser protagonistas de la misma y no meros sujetos pasivos, según BBVA.
Prioriza, compara y elige
Categorizar los gastos a partir de aspectos prioritarios como la subsistencia o el funcionamiento del hogar e ir discriminando compras posteriores en función de las necesidades y deseos que se tienen ayuda a definir en qué se requiere gastar hoy y qué puede esperar, considera Alina Carmona, gerente regional de impacto social y sustentabilidad en Visa; a su vez, monitorear opciones en el mercado para un gasto prioritario ayuda a obtener el mejor resultado al menor precio.
Aprender a ahorrar e invertir
Tomar un porcentaje constante del ingreso y guardarlo ayuda a generar un recurso extra para afrontar cualquier imprevisto siempre y cuando el balance entre ingresos y gastos lo permita; además, se puede ir más allá y usar ese recurso para colocarlo en productos financieros seguros que ofrezcan rendimientos atractivos a mediano y largo plazo.
“Establece objetivos, escribe en qué vas a dejar de gastar o qué más puedes hacer para obtener más ingresos y juntar el dinero que necesitas para lograr tu meta. Ponle pesos y centavos a cada etapa”, propone Banco de México.
Que el crédito no te use
El momento indicado para acceder a una tarjeta de crédito se da cuando ya se cuenta con un ingreso fijo, una vez que se tiene claro el gasto recurrente que se realiza y ya se han trabajado las emociones para controlar compras por impulso, señala Carmen Villaseñor, subdirectora de educación financiera en Citibanamex; tener claras las fechas de pago y corte, procurar liquidar mes con mes para no generar intereses y no incurrir en un endeudamiento mayor al 30 por ciento del ingreso mensual son la clave para usar correctamente el producto financiero.
Constancia y monitoreo son la clave
La elaboración de un presupuesto, la priorización en las compras, el ahorro y la optimización en el uso de la tarjeta de crédito ayudan a mitigar el estrés financiero siempre y cuando se lleven a cabo de manera regular y con una perspectiva de mejora constante, ya que al observar una disminución en el nivel de endeudamiento, una mayor disponibilidad de recurso económico y menores presiones al interior de las finanzas personales se genera una motivación por continuar con los hábitos obtenidos y dejar de lado la pesadez que implica no llegar a fin de mes por malgastar el dinero.
Destacado: Diversos análisis han estimado que el estrés financiero podría llegar a afectar a la mitad de los trabajadores mexicanos, lo que lo convierte en uno de los padecimientos con mayor urgencia por atender en materia de finanzas personales.