Tras entrar en bancarrota por segunda vez en ocho años, la famosa panadería Hostess Brands anunció que cerrará sus puertas si no logra un acuerdo con el sindicato de panaderos sobre los recortes salariales necesarios para mantenerse con vida unos meses más.
Hostess Brands, fundada en 1930 en Irving, Texas, creó emblemáticas marcas de panadería como el pan de caja Wonder y el Twinkie.
El sindicato de panaderos no acepta los recortes salariales de hasta un 32 por ciento y entró en huelga el día 9 de este mes, mientras que a Hostess la aquejaban las deudas y obligaciones sin pagar.
En un último intento de reconciliación, el juez Robert Drain presionó tanto a la gerencia de Hostess como a los líderes sindicales a aceptar una última ronda de pláticas de mediación, con la esperanza de resolver la situación.
La gerencia informó que la huelga incitada por el sindicato había roto la posibilidad de continuar con su negocio.
Comida sana, su perdición
Más allá de la discusión entre la gerencia y el sindicato, la verdadera razón de la quiebra fue la inhabilidad de Hostess para reformular su modelo de negocios ante la creciente cultura dietética y de alimentación sana.
En la mayor parte del siglo 20, los productos de Hostess fueron parte esencial de la dieta del estadounidense.
Pero la empresa no pudo adaptar su visión de negocios ante el cambio cultural y de concientización referente a la comida de alto contenido de calorías, en especial en aquella dirigida a niños entre 6 y 14 años, el cliente potencial para estos pastelillos.
De producirse el cierre total de la marca Hostess, más de 18 mil trabajadores de la empresa se sumarían a las filas de desempleados.
Además, en el cierre de la empresa, el fondo de pensiones sería reducido por cerca de mil millones de dólares.
Se ha reportado en Estados Unidos la posibilidad de que Bimbo pueda adquirir al icónico pastelillo, pues en años anteriores la empresa mexicana buscó comprar a Hostess por alrededor de 580 millones de dólares.
Al aprovechar el acceso a azúcar de bajo precio en México, cabe la posibilidad de que se puede hacer negocio al producir el Twinkie en nuestro país y exportarlo a Estados Unidos, donde la producción de productos que contienen azúcar sufren de altas tarifas comerciales y precios artificialmente elevados para proteger a la industria.