2021, año ‘catastrófico’ por causa del cambio climático
Los fenómenos naturales extremos han generado pérdidas económicas históricas durante 2021 debido al cambio climático, el aumento de la urbanización y la senda de crecimiento económico del planeta
María Fernanda NavarroLos eventos meteorológicos extremos que se registraron en este año provocaron pérdidas económicas e impactos en comunidades enteras sin precedentes y es muy probable que en el futuro cercano los daños sigan en aumento por el cambio climático.
Se prevé que con el paso del tiempo el impacto económico por los eventos naturales extremos crezca más que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial ante el cambio climático, el aumento de la urbanización y la senda de crecimiento económico del planeta, de acuerdo con estimaciones del Instituto Swiss Re, una reaseguradora multinacional.
El sector asegurador, por ejemplo, desembolsó este año 105 mil millones de dólares para cubrir las pérdidas de las catástrofes naturales, la cuarta cifra más alta desde 1970, señala el Instituto. Se trata de una cifra preliminar que podría seguir creciendo debido a que en este mes continúan registrándose este tipo de “catástrofes”.
En 2021 las pérdidas económicas para los seguros superaron las de la década previa con una tendencia de un incremento anual del cinco al seis por ciento. Por ello el instituto apunta a la importancia de invertir en infraestructura crítica para mitigar el impacto de condiciones climáticas extremas.
El huracán Ida, que impactó la costa de Luisiana, Estados Unidos, en agosto de este año, fue la catástrofe natural más costosa del 2021 con daños asegurados de entre 30 y 32 mil millones de dólares; seguido por la tormenta invernal Uri, que afectó el sur del país gobernado por Joe Biden, y que provocó que cuatro millones de texanos se quedaran sin energía eléctrica y la muerte de una veintena de personas.
Los cortes de energía provocados por fenómenos meteorológicos extremos son una de los impactos más comunes, de hecho han incrementado hasta 67 por ciento desde el año 2000 y, en el caso de Estados Unidos, 34 de sus 50 estados, han experimentado estos aumentos de interrupciones eléctricas, advierte un análisis de Climate Central.
Organizaciones internacionales como Greenpeace han advertido que los efectos del cambio climático aumentarán el consumo de energía entre un cinco y seis por ciento cada año debido a que los aparatos de regulación del clima interior de casas o industrias se utilizarían con mayor frecuencia.
Pero las afectaciones eléctricas no son la única preocupación de los organismos internacionales que han alertado en torno a las consecuencias económicas y sociales del cambio climático. Crisis sanitarias, escasez de alimentos, la extrema polución del aire e incluso daños en zonas turísticas de los países, generarán afectaciones a la población.
Uno de los efectos del cambio climático que ya se experimenta en muchas regiones del mundo son las migraciones de las personas que habitan puntos críticos como ciudades situadas en zonas bajas, zonas costeras vulnerables al aumento del nivel del mar y áreas de elevado estrés hídrico y agrícola. En un escenario pesimista, el número de migrantes internos (dentro de sus países) por motivos climáticos podría superar los 143 millones de personas para el año 2050, sobre todo de zonas África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina, de acuerdo con el reporte Groundswell del Banco Mundial.
Los países de ingreso bajo y mediano pierden hasta 18 mil millones de dólares anuales por eventos climatológicos extremos, en tanto que las afectaciones a las empresas y familias ascienden a 390 mil millones de dólares, de acuerdo con cálculos del Banco Mundial.
Soluciones al cambio climático son insuficientes
Aunque los fenómenos naturales son inevitables, existe una línea directa entre la crisis climática que se vive actualmente y la concurrencia de estos. Y aunque con el liderazgo de países desarrollados se están buscando soluciones para contener el impacto del cambio climático, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que se están quedando cortos los esfuerzos actuales de los países comprometidos con reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero.
En el Informe sobre la Brecha de Emisiones, publicado el 26 de octubre de este año, la ONU advierte que los esfuerzos que están haciendo los países para reducir sus emisiones sólo apoyará para eliminar 7.5 por ciento de sus emisiones anuales para 2030, que resulta insuficiente para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 grados centígrados.
Para poder alcanzar la meta de 1.5 grados centígrados en el mundo, se tienen que reducir a 55 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años.