En una escena tan sobrepoblada de FPSs llega Robobeat, un shooter rítmico que promete sacar nuestro lado más perfeccionista.
El género de disparos en primera persona es el más común actualmente dentro de los videojuegos, e irónicamente también es el más difícil de hacer, pues al existir tantas opciones en el mercado debe existir un diferenciador que haga atractiva la propuesta. Ahí entra Robobeat, un FPS rítmico que nos obliga a tener muy buenos reflejos, disparar y deslizarnos al ritmo de la música.
Si bien esta propuesta de disparos rítmicos en primera persona no es nueva, es una variante que no vemos muy a menudo, pues lo último que recordamos de este género es Metal Hellsinger, un título del 2022 que fascinó a los jugadores y a los fans del rock pesado con un soundtrack bastante memorable.
¿Robobeat logra abrirse paso en el sobrepoblado campo de los shooters? Te contamos.
BEAT BEAT BANG
Robobeat es un título cuyo atractivo recae al cien por ciento en su gameplay. Al tener una capa de roguelite, el juego no se molesta en explicar mucho y nos da solo un pequeño pretexto en forma de “historia” para justificar por qué estamos disparando al ritmo del compás. En este título tomaremos el control de Ace, un cazarrecompensas con la tarea de perseguir y capturar a Frazzer, un robot corrupto que se ha vuelto loco. De ahí en fuera, no hay nada más y francamente, a nosotros nos basta con esto.
El gameplay no es complejo de entender pero sí de aprender. El juego consiste en disparar, recargar, deslizarse y hacer parry para devolver proyectiles enemigos ¿lo difícil? Tenemos un marcador en pantalla que nos indica el ritmo que debemos seguir para que nuestros movimientos sean efectivos.
Durante los niveles recibiremos una habilidad y un par de armas aleatorias que pueden ir desde lo obvio como poderosas escopetas, hasta artículos tan absurdos como una raqueta de ping pong muy divertida de usar. Este arsenal se podrá ir ampliando con cada partida al ganar puntos tras superar las escenas. Pero como es costumbre en el roguelite, nuestras mejoras se perderán por completo si llegamos a morir, por lo que el juego apela a nuestro lado más perfeccionista en cada movimiento.
SIMPLE EN CONCEPTO, DEMANDANTE EN EJECUCIÓN
El frenetismo de Robobeat es adictivo y el diseño angosto de los escenarios logran crear a la perfección esa sensación constante de peligro que se mantendrá durante los niveles repartidos en cuatro capítulos que aumentarán gradualmente de dificultad. El juego reconoce su nivel de dificultad y por lo mismo, sabe premiar al jugador si es que su desempeño durante el nivel fue bueno.
La movilidad por los niveles es suave y muy satisfactoria. Los entornos son responsivos y pueden ser usados a nuestro favor para potenciar algún movimiento. Haciendo que nos sintamos en una auténtica secuencia de Matrix.
SUBIENDO EL VOLUMEN
Al tratarse de un juego rítmico, un buen soundtrack debe ser algo vital para la producción. Afortunadamente, Robobeat cumple y muy bien. Las tonadas techno están cargadas de frenetismo y texturas vibrantes que nos erizaron la piel y nos ponían a tono apenas comenzaban.
Siguiendo con su presentación, gráficamente el juego no destaca pero cumple con lo que se puede esperar de un título de este tipo. Escenarios monocromáticos con resaltados neón que dan un look cyberpunk que va bastante bien con la vibra del juego.
CALIFICACIÓN: 7.5
LO MEJOR
- Gameplay muy bien ajustado.
- Soundtrack envolvente.
- Retador pero justo.
LO PEOR
- No ofrece nada nuevo dentro del género.
Robobeat es un juego que no revoluciona los géneros en los que se encuentra, pero entrega una experiencia más que placentera y adictiva. El título de Simon Fredholm logra dar un balance entre reto, diversión y frenetismo. Pocas veces vemos juegos de ritmo y si eres fan de estos títulos, Robobeat es uno que no te puedes perder.
Robobeat es un título desarrollado por Insanity Games y distribuido por Kwalee para PC. Para esta reseña, el juego fue proporcionado por su distribuidor.
