Los torneos cortos son un arma de doble filo para los entrenadores del futbol mexicano, sobre todo cuando los resultados deben ser rápidos y efectivos o la presión llega a concretar su despido.
Así lo dicen los números rumbo al Clausura 2016, donde la cuenta de timoneles con más de un año de antigüedad en sus equipos no rebasa ni el 17 por ciento del total contratado.
Es decir, apenas tres estrategas de la Primera División presumen de tener el respaldo de sus directivos. El campeón Ricardo Ferretti con Tigres, José Saturnino Cardozo con Toluca, y Guillermo Vázquez con Pumas.
El resto de los técnicos tienen dos torneos o menos de antigüedad en sus equipos, empezando por Juan Antonio Pizzi con León, Carlos Reinoso con Veracruz y Diego Alonso con Pachuca.
Debajo de ellos están los proyectos nuevos, los estrenados apenas en el 2015, como Tomás Boy con Cruz Azul o Luis Fernando Suárez con Dorados.
O incluso los que debutarán en el torneo que está por comenzar, como lo será el de Miguel Herrera con Xolos
Tan solo el torneo pasado Pedro Caixinha se vio obligado a renunciar al Santos Laguna debido a un triunfo y cuatro derrotas en las primeras cinco jornadas. A Rubén Omar Romano lo aguantaron 13 jornadas en Xolos de Tijuana y lo cesaron; mientras que a José Manuel de la Torre lo despidieron por tener solo dos triunfos en ocho partidos con Chivas.
Carlos Bustos en Dorados de Sinaloa y Sergio Bueno con Cruz Azul fueron otros entrenadores que no soportaron la presión a cuestas y tuvieron que dejar sus puestos a otro timonel al gusto de sus directivas.
Después del León, Gustavo Matosas no ha sido capaz de encontrar un lugar idóneo para trabajar. El año pasado tuvo un paso fugaz con los Rojinegros del Atlas, con los que no supo como mantener buenos resultados y los dejó sumidos en la posición 14 de la tabla general.
Rumbo al Clausura 2016, el “mandón” entre todos los técnicos es el “Tuca” Ferretti, quien con sus once torneos cumplidos desde el Apertura 2010, da cuenta de que a pesar de sus peores momentos siempre ha tenido el espaldarazo de sus jefes.
Y vaya que ha tenido las malas y las peores, como el torneo pasado que empezó ganando apenas un punto de los primeros 12 disputados. Después se repuso y alcanzó a llegar hasta la Final, que ganó ante Pumas.
El segundo lugar de mejor antigüedad es Saturnino Cardozo, quien en su calidad de símbolo y último gran ídolo escarlata, suma ya cinco temporadas con su proyecto de alcanzar el campeonato con el Club Toluca.
El paraguayo de 44 años ganó cuatro títulos como jugador. Ahora como técnico tiene la ilusión de sumar más logros y eso su directiva lo respalda.
Otro de los entrenadores con mayor respaldo es Guillermo Vázquez, finalista con Pumas apenas el torneo pasado, quien vive su segundo aire al frente de los universitarios.
Después de tres torneos en el Cruz Azul, regresó con ellos. Le ha ido bien, los jugadores lo aprecian, lo respetan y su sistema táctico está bien comprendido, lo que permite que Memo siga trabajando con tranquilidad en camino a los objetivos.
Así es que por muy bueno que parezca un proyecto, en la Liga MX no hay directivo que lo soporte. Bastan algunas rachas negativas para que comiencen a ver nuevos perfiles y luego, en el momento más tenso, rompen el hilo por lo más delgado