¿Y quién es el bueno?

Juan Carlos Osorio es distinto a los demás. Es analítico, escribe apuntes a mitad de partido, repasa videos, medita sobre el rival, sobre sus fortalezas y sus puntos flacos.

Lleva 10 juegos invicto al frente de la Selección Nacional pero tiene un detalle similar a sus antecesores en el banquillo: sigue sin poder elegir al portero titular.

Por un instante el análisis se torna positivo, pero después llega el pesimismo. Por qué usar un arquero diferente en cada partido si la posición bajo los tres palos siempre lleva un toque de liderazgo que se nota.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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Juan Carlos Osorio es distinto a los demás. Es analítico, escribe apuntes a mitad de partido, repasa videos, medita sobre el rival, sobre sus fortalezas y sus puntos flacos.

Lleva 10 juegos invicto al frente de la Selección Nacional pero tiene un detalle similar a sus antecesores en el banquillo: sigue sin poder elegir al portero titular.

Por un instante el análisis se torna positivo, pero después llega el pesimismo. Por qué usar un arquero diferente en cada partido si la posición bajo los tres palos siempre lleva un toque de liderazgo que se nota.

Más que ser una ventajosa decisión del estratega colombiano, poner un día a Alfredo Talavera, otro día a Guillermo Ochoa y después a Jesús Corona luce casi como un juego de vacilación con el arco mexicano.

Si existe un término para definir el trabajo de Osorio con el Tricolor es precisamente la rotación.

De los 23 jugadores convocados a la Copa América Centenario en Estados Unidos, el técnico le ha dado minutos a 21 seleccionados en total, incluidos los tres porteros.

En esta feria de oportunidades sobre la cancha, los únicos elementos que se han quedado casi “borrados” del esquema del entrenador han sido los ofensivos Carlos “Gullit” Peña y Cándido Ramírez.

De acuerdo a las declaraciones que el timonel de México ha dado previo a sus tres partidos de Copa América, parece que a “Tala” lo puso contra Uruguay porque va bien por arriba, al juego aéreo. En ese juego el arquero de Toluca solo recibió un gol.

Contra Jamaica la decisión de poner a Paco Memo fue más porque le ve aptitudes en la velocidad, para que saliera jugando, que permitiera esa conexión con la zaga porque sabía que los jamaiquinos poseen ese talento nato de la rapidez con el balón.

Por último fue Corona contra Venezuela, quien tuvo una salida buena y que incluso voló para salvar a México de lo que pudo ser la victoria de una tenaz Vino tinto. Además, era el que faltaba de ver en la cancha en esta teoría de verlos a todos en acción.

Considerando que el conjunto azteca salió con números positivos de la Fase de Grupos, entonces la tendencia es que siga esta rotación de arqueros.

“Siempre analizamos al próximo rival, y de acuerdo a su nivel y el de los jugadores, decidiremos quiénes estarán en la cancha”, dijo Osorio en conferencia de prensa tras el 1-1 ante Venezuela que los pone en Cuartos de Final.

Lo positivo en la disputa interna por el arco mexicano es que los tres seleccionados siempre buscarán estar a tono para ser elegidos por el colombiano, porque así como elige a uno, puede cambiarlo cuando lo prefiera.

“Sabe mucho y le encanta estudiar”, dijo el portero Alfredo Talavera, quien llamó a Osorio “un filósofo del futbol” y quien ha sido el que más ha estado como titular en la era del colombiano, con cuatro partidos.

Aquí el punto negativo de tan extraña circunstancia. Desde la Copa América 2001 en Colombia, cuando Javier Aguirre también le dio oportunidad a sus tres porteros: Óscar “Conejo” Pérez, Adrián Martínez y Oswaldo Sánchez, esta situación no se presentaba en México.

Siempre se ha caracterizado a México como un país de buenos porteros, de producción talentosa. Pero entonces, ¿en dónde ha quedado esa confianza y liderazgo que comparten los guardametas seleccionados al equipo mexicano en los vestidores y en el terreno de juego?

Que no diga Juan Carlos Osorio que eso de tener tres porteros es su estilo de análisis, porque desafortunadamente este problema viene desde años atrás. Esta lucha por la portería tricolor tiene una historia larga, misma que no tendría comparación alguna en la historia de las Selecciones Nacionales, y la cual habría comenzado en el camino al Mundial de Sudáfrica 2010.

Eran los tiempos de Javier Aguirre cuando todos daban por un hecho que Guillermo Ochoa sería el elemento clave para el once inicial del torneo. Pero la presión comenzó a ganarle y cometió ciertos errores que al “Vasco” le hicieron dudar.

La opción final fue darle mayor tiempo al “Conejo” Pérez, porque incluso Corona tuvo situaciones extra cancha con su carácter, ya que golpeó a una persona en un bar en Guadalajara y entonces también lo relegaron del arco mexicano.

También en la era de José Manuel de la Torre se presentó esta interesante lucha bajo los tres palos. Pero en esos años la pelea se centró netamente con Guillermo Ochoa y Jesús Corona, pero con la llegada de Miguel Herrera se tornó difícil esta situación.

“Los tres porteros me dan una seguridad total”, decía el “Piojo” sobre esta misma tercia de guardametas previo al Mundial de Brasil 2014.

Este nuevo proceso con Osorio vuelve a tener muy marcada esa pelea, más cuando el técnico colombiano gusta de probar a todos los seleccionados y hasta a algunos los hace jugar en distintas posiciones.

Solo el tiempo dirá si a esta contienda interna se le puede seguir sacando provecho o si alguno de los tres comienza a flaquear y le abre camino a quien se mantenga firme en sus intenciones camino a Rusia 2018.

En Cuartos de Final ante Chile

México buscará su pase a las Semifinales de esta Copa América enfrentando al vigente campeón de este certamen. En su anterior enfrentamiento, el cual se dio previo a este torneo, México se impuso apenas 1-0 a los andinos.

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