Durante la temporada pasada, Carson Wentz fue el jugador que más sorprendió durante la temporada regular, ya que su conducción como quarterback tenía a las Águilas de Filadelfia en los primeros puestos y, tras una lesión, quedó fuera y no pudo ser parte activa del equipo ganador del Super Bowl.
Wentz se desgarró el ligamento cruzado anterior y el ligamento colateral de la rodilla izquierda el 10 de diciembre pasado contra los Carneros de Los Angeles. Tras la cirugía, Wentz heredó el puesto a Nick Foles, quien completó la hazaña hasta el campeonato.
Sin embargo, Foles deberá volver a la banca para regresarle la titularidad a Wentz a partir de esta semana cuando las Águilas se enfrenten a los Potros de Indianapolis.
“Le va a tomar algún tiempo entrar en ritmo y el flujo del juego, la velocidad del juego es diferente que en las prácticas, estará listo mentalmente. Carson no es Superman, va a ser necesario que los otros 10 muchachos alrededor hagan su trabajo también”, dijo el coach de Filadelfia, Doug Pederson.
Antes de lesionarse, Wentz sumaba 33 pases de anotación, una marca para la franquicia. Su reaparición será fundamental, ya que los Potros dominan los duelos entre ellos con 10 ganados por 8 de los actuales campeones.
Otro juego importante de la tercera semana es entre los Vaqueros de Dallas, que apenas ganaron la semana pasada, y los Halcones Marinos de Seattle que llevan marca de 0-2. En la serie entre ellos la domina Vaqueros con 10-7.