Una piedra en el camino

Si la Selección Mexicana no puede demostrar un mejor sistema futbolístico, cuando menos debería cobrar venganza contra Panamá y así pasar a la gran Final de la Copa Oro 2013.

La dolorosa caída de 2-1 recibida en el inicio de este certamen puso las alertas en el conjunto nacional frente a la zona de Concacaf, dado que representó la primera victoria de los canaleros ante los mexicanos en la historia.

Hay mucho qué pedirle al Tricolor por el momento, como un trabajo y una mejoría notable en su oferta táctica que una vez más se ausentó en la victoria de 1-0 contra Trinidad y Tobago, sin embargo ya han pasado pruebas suficientes para José Manuel De la Torre como para estar a la altura del nivel que México había tomado en meses anteriores.

”Es el momento de confirmar ante un gran rival como Panamá, al que conocemos muy bien, que vamos por el buen camino”, declaró “Chepo” De la Torre previo al cotejo a celebrarse en el Estadio de los Vaqueros de Dallas, en la ciudad de Arlington.

El problema de contundencia es uno de los que principalmente aqueja al combinado azteca, Marco Fabián ha marcado tres goles y debe reaccionar junto a Rafael Márquez Lugo. Si de hablar de Panamá de trata, Manuel Gabriel Torres, delantero de La Roja centroamericana, es líder de goleo en este torneo con cinco anotaciones al igual que el atacante estadounidense Chris Wondolowski.

“Los partidos hay que jugarlos. Hay que estar concentrados los 90 minutos más los que se agreguen. Si se hacen las cosas como las hemos venido haciendo, seguro que vamos a salir con la sonrisa”, dijo el jugador panameño Roberto Chen.

La oportunidad de encontrarse a Estados Unidos en otra final sigue latente para México, lo cual también resulta un aliciente para buscar un partido inteligente, práctico pero mucho mejor que lo mostrado en el rol regular para así intentar salvar el desastroso verano que viven al interior del conjunto Tricolor. 

México hasta ahora es el país que más veces ha ganado la Copa Oro en su historia, con seis títulos, y por eso ahora más que nunca tiene el reto de ampliar esa supremacía en la Concacaf, antes que los rivales comiencen a perderle el respeto como ha venido sufriendo para marcarles o derrotarlos en los últimos meses.