"Chucho nos dijo que seríamos la gota que caiga y haga la onda expansiva. A partir de ahí, ya se transmiten los Mundiales infantiles, ya les exigen a los jugadores objetivos, a partir de ahí ya hay muchos jugadores en Europa. Anteriormente no había habido tantos jugadores en Europa al mismo tiempo. En otros equipos y otros países ya se interesan más por los jugadores mexicanos"
Después del Mundial Juvenil del 2005, el balompié mexicano conquistó el Oro Olímpico, otra Copa del Mundo Juvenil en 2011 y el Oro Panamericano
Han pasado 10 años desde que México consiguió la hazaña mundialista y a los protagonistas esa historia todavía les pone la piel de gallina.
Este viernes se cumple la primera década luego de que la Selección Nacional Sub 17 consiguió el título del Mundial de Perú 2005 bajo las órdenes de Jesús Ramírez, y tres de los jugadores, Jorge Hernández, Édgar Andrade y Efraín Juárez analizan las ganancias alcanzadas tras ganarle 3-0 a Brasil en la Final celebrada en el estadio Nacional de Lima.
“‘Chucho’ nos dijo que seríamos la gota que caiga y haga la onda expansiva. A partir de ahí, ya se transmiten los Mundiales infantiles, ya les exigen a los jugadores objetivos, a partir de ahí ya hay muchos jugadores en Europa. Anteriormente no había habido tantos jugadores en Europa al mismo tiempo. En otros equipos y otros países ya se interesan más por los jugadores mexicanos”, dijo Hernández a Reporte Indigo.
Edgar Andrade dijo que el título mundial en 2005 le sirvió al futbol mexicano, sobre todo a nivel infantil, para que corrieran los apoyos, la difusión y la exigencia para que continuaran los logros.
“El cambio a partir de ese campeonato fue en las selecciones menores, empezó a trabajar mejor, a tener mayor apoyo. Esos procesos no se habían llevado hasta que nosotros ganamos, fue la punta de lanza de todo el proceso.
“Se ha demostrado que México en todas las categorías menores siempre está en los mejores lugares. Ojalá que la Selección Mayor llegue a todo eso”, deseó Andrade.
Por su parte Efraín recordó con gusto las emociones que le brotaron ese 2 de octubre de 2005 cuando cumplieron el sueño de ganar una Final, y sobre todo porque fue contra una potencia como Brasil.
“Previo a salir a la Final, justo cuando estamos formados para salir a la cancha, me acuerdo muchísimo de ese momento. Estábamos a un paso de cumplir el sueño, se me puso la piel chinita. Estaba muy emocionado de querer salir, en el túnel para salir era ‘ya quiero que empiece’. Después, cuando estas cargando la copa, es lo máximo”, recordó Efraín.
