Eran una incógnita. Equipos y aficionados no sabían a ciencia cierta qué esperar de ellos, pero luego de los primeros cuatro cuartos de la nueva temporada de la NFL, se puede decir que los árbitros suplentes tuvieron un buen arranque.
Las decisiones de los hombres de rayas no influyeron en el resultado donde Vaqueros se impuso 24-17 a los Gigantes de Nueva York.
Quizá hubo un par de señalamientos que para los especialistas no fueron los idóneos, pero en
general los oficiales cumplieron.
Antes de que se diera la patada de salida, el duelo realizado la noche del miércoles en el MetLife Stadium de NUeva York ya iba a pasar a la historia por ser el primero que sería dirigido por árbitros sin experiencia profesional y la mayoría procedentes de ligas juveniles.
La NFL decretó un cierre patronal contra la Asociación de Árbitros a principios de junio. Tras no haber avances en las negociaciones donde se buscaba establecer un nuevo convenio colectivo, la Liga decidió recurrir a los suplentes, quienes ya habían sido utilizados en los juegos de pretemporada.
La Asociación de árbitros de la NFLsigue en negociaciones sobre cuestiones operacionales, sueldos y beneficios de jubilación.
La oferta de la NFL incluye aumentos de sueldo anuales que le harí ganar a un árbitro experimentado más de 200 mil dólares para 2018.
Mientras continúan las reuniones y pláticas, los suplentes seguirán apareciendo en los emparrillados de la NFL.
Jim Core fue el árbitro princial del juego entre Vaqueros y Gigantes. Tuvo que salir temprano de su trabajo en una escuela secundaria en Idaho, donde labora como coordinador de actividades para poder acudir al juego inaugural de la NFL.
Durante nueve años ha dirigido en la Liga Arena y en las Divisiones II y III, pero nunca antes había estado frente a 82 mil aficionados.
La presión de la gente ni de los jugadores pudo con el oficial, quien junto a sus colegas, quienes fueron el centro de atención del encuentro, demostraron que están preparados para el desafío, ya que sus decisiones no afectaron ni el resultado ni el espectáculo.