El Super Bowl LII fue conocido como la batalla entre el “Príncipe” y el “Plebeyo”, y como historia de novela rosa, fue el menos favorecido el que salió victorioso. La noche de ensueño para Nick Foles fue aquel 4 de febrero de 2018, cuando llevó a los Philadelphia Eagles al campeonato, superando al histórico Tom Brady y los New England Patriots.
Dos años y ocho meses después se vuelven a encontrar en el emparrillado, pero en un escenario diferente, por un lado Brady ahora mueve los hilos de la ofensiva de los Tampa Bay Buccaneers, mientras que Foles desplazó a Mitch Trubisky de la titularidad con los Chicago Bears.
El juego de este Jueves por la Noche, con el que se abre la semana 5, será apenas la segunda vez que coincidan en el campo estos veteranos quarterbacks, y además de ver a una de las mejores ofensivas contra una de las defensas más sólidas, se espera la venganza de Brady, en cobro por ese anillo perdido y porque Foles fue el Más Valioso de aquel encuentro.
“Él es uno de los más grandes de todos los tiempos como quarterback, hemos jugado uno contra el otro solo una vez”, dijo Nick Foles al DeKalb Daily Chronicle.
Después de haber contado con bastante fortuna en el inicio de tres triunfos consecutivos, ante Detroit, New York Giants y Atlanta, la semana pasada Chicago se topó con Indianapolis, que les puso un alto en el que fue el primer partido como titular de Foles.
“Obviamente, existe una sensación de urgencia por llegar a donde queremos estar, pero eso es lo que estamos haciendo ahora mismo. Nos estamos preparando para nuestra práctica y seguimos mejorando”, señaló Foles al sitio de los Bears.
Por otra parte, los “Bucs” están enrachados, después de haber caído en la jornada inaugural ante New Orleans, suman tres triunfos en fila, contra Carolina, Denver y Los Angeles Chargers, en los que Tom Brady ha lanzado nueve pases de anotación.
Al ser una rivalidad esporádica, en la última década se enfrentaron seis veces, con cuatro triunfos para Chicago y dos para Tampa Bay, el último en 2017.