La intención de Tom Brady de jugar hasta los 45 años sigue en pie y aunque ya no será con el uniforme de los Patriotas de Nueva Inglaterra, el quarterback más ganador de anillos de Super Bowl tendrá un nuevo reto sumamente interesante tanto para él como para los aficionados de la NFL.
‘TB’ estará en TB. Esto significa que Tom Brady será el nuevo mariscal de campo de los Bucaneros de Tampa Bay, ciudad que albergará el Super Bowl LV el próximo 7 de febrero de 2021 y el primer reto para el mítico ‘12’ será que su nuevo equipo sea el primero en disputar el trofeo Vince Lombardi en su estadio.
Después de su anuncio de no continuar con los Patriotas, comenzaron las especulaciones sobre su futuro, y aunque se mencionaron a los Cargadores de Los Ángeles, Delfines de Miami y Bucaneros como los más viables, fueron los ‘piratas’ los que convencieron a Brady con 30 millones de dólares por año.
El equipo de la Florida tiene varios elementos que hacen atractiva la incursión del veterano quarterback con ellos, excepto uno que es muy importante para él.
A su favor es que contará con por lo menos dos receptores jóvenes, quienes demostraron el año pasado con Jameis Winston que pueden hacer maravillas. Se trata de Chris Godwin, quien el año anterior tuvo mil 300 yardas y nueve touchdowns, además de tener contrato con el equipo hasta 2021.
El otro objetivo de los lanzamientos de Brady será Mike Evans, quien ha tenido seis temporadas con Tampa de más de mil yardas. En 2019 acumuló mil 157 yardas y ocho anotaciones. Aunque falta uno, pues Breshad Perriman no renovará contrato, se menciona que Brady pidió la llegada de Antonio Brown, con quien tuvo buen entendimiento en el único juego en que participó la campaña anterior con Patriotas y que tiene la ventaja de que en 2010 y 2011 fue entrenado por Bruce Arians, coach de Tampa, quien en ese entonces era coordinador ofensivo de los Acereros de Pittsburgh.
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Parte del éxito del Brady ‘cuarentón’ en 2019 fue la mayor participación del ataque terrestre, al haber utilizado a cuatro corredores, más él mismo, como portadores del ovoide a las diagonales en 17 ocasiones.
En Tampa, Brady encontrará a Ronald Jones, con dos temporadas en la NFL y apenas nueve juegos como titular, en los que sumó 724 yardas y seis touchdowns, quien deberá explotar su talento para complementar el brazo del pasador y ayudarlo ante el siguiente problema.
El gran pendiente para los Bucaneros es la debilidad de su línea ofensiva. Estar blindado es importante para Brady, pero las 47 capturas a Winston en 2019 es mal presagio, de hecho, el quarterback fue atrapado por los defensivos rivales en 41 ocasiones en su temporada de novato de 2001, misma cantidad que tuvo Tampa en 2018, por lo que el problema de porosidad ya es añejo en la institución.
Nueva rivalidad para Tom Brady
Como parte de los Bucaneros, Tom Brady se verá dos veces en la temporada contra el otro veterano con quien tiene una carrera por marcar récords ofensivos, Drew Brees, quien renovó por dos años con los Santos de Nueva Orleans. Asimismo, se medirá a las Panteras de Carolina, uno de los dos equipos que tiene más ganados que perdidos (Seattle, el otro) contra ‘TB12’ durante toda su carrera.
El otro equipo de la División Sur de la Conferencia Nacional son los Halcones de Atlanta, que tiene cuentas pendientes con Brady, especialmente por lo ocurrido en el Super Bowl LI cuando perdieron 25 puntos de ventaja y el título.
Los Bucaneros solo han clasificado a Playoffs en 10 ocasiones, la última fue en 2007 y desde entonces solo dos temporadas han sido con récord ganador. El uniforme rojo lo han vestido quarterbacks como Jeff García, Brad Johnson (campeón del Super Bowl XXXVII), Vinny Testaverde, Steve Young o Doug Williams, pero ninguno logró convertirse en un ícono del ‘barco pirata’.
