‘Tolerancia’ insultante; La Liga, débil ante el racismo

“El racismo en los estadios españoles existía antes de que yo naciera. ¿Qué ha cambiado hasta hoy?” escribió ayer en sus redes sociales Vinícius Jr. y este texto lo acompañaba con un video –que después se bajó por derechos de autor– con escenas que mostraban pancartas discriminatorias de un juego en 1997.

Habría que decirle al joven delantero brasileño que en la década de los 80, un mexicano vivió en carne propia los insultos por parte de aficionados en la liga española.

“‘¡Indio, cabrón, te mandaremos al paredón!’, me gritaban; vivía cierta discriminación o menosprecio. A mí no me afectaba. Al revés. Me daba orgullo y sentía una fuerza extra”, declaró en marzo pasado Hugo Sánchez en una entrevista a El País cuando ya eran habituales los cánticos contra “Vini”.

De vuelta al presente, no hace mucho, en la segunda década de este siglo, en 2014, a Dani Alves, quien hoy está en prisión, le aventaron un plátano a la cancha y él se lo comió para dar una “cachetada con guante blanco” a sus ofensores.

Así, han pasado alrededor de 40 años en los que la liga española ha “convivido” con radicales y xenófobos que han usado al balompié y sus estadios para expresar su odio hacia otras personas por su tono de piel, físico o religión.

¿Qué ha cambiado? Poco o nada, tal vez, pero ayer, se informó que siete personas fueron detenidas en España por ataques racistas contra el brasileño. Tres fueron aprehendidos en Valencia por los supuestos insultos contra el jugador en el partido contra el Real Madrid del domingo.

Los otros cuatro (jóvenes de entre 19 y 24 años) fueron detenidos en Madrid, acusados de colgar en enero pasado una efigie del jugador en un puente sobre la autopista cerca de la capital española, hecho que se dio previó al Derbi de la ciudad entre el Real y el Atlético, en la Copa del Rey.

Aunque no lo confirmaron las autoridades, es evidente que estos hechos se dan tras las condenas generalizadas en el mundo del deporte como en instituciones españolas y en otros países. El caso Vinícius se ha convertido en un escándalo.

Funcionarios brasileños, incluido el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, han expresado su preocupación por los reiterados ataques racistas al jugador, especialmente esta temporada cuando empezó a celebrar sus goles con bailes.

El domingo pasado, el delantero se quejó de que un aficionado detrás de una de las porterías le había llamado mono y le había hecho gestos simiescos.

El club vetó de por vida a un aficionado identificado por insultar al jugador durante el partido, pero el equipo madrileño llevó el caso a los tribunales como posible crimen de odio.

Denuncian, pero hasta ahí

La Liga española ha presentado nueve denuncias penales por insultos racistas contra Vinícius en las últimas dos temporadas, pero la mayoría fueron archivadas por la fiscalía.

Anteriormente, se ha multado y vetado a aficionados de los estadios por los ataques al brasileño, pero se espera que el primer juicio en España contra un fanático por insultos racistas en el futbol profesional se celebre este año, en un proceso contra un aficionado del Espanyol por insultos al delantero del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, en un encuentro en 2020.

En 2016, Williams fue víctima de cánticos racistas en el campo del Sporting de Gijón y se había determinado cerrar la parte del estadio de donde provinieron los insultos; sin embargo, el Tribunal Administrativo del Deporte levantó esa sanción.

La Liga reveló ayer que intentaría ampliar sus poderes para emitir sanciones en casos de delitos de odio durante los encuentros.

Premier League, ejemplo

Si bien España acapara hoy los reflectores en cuanto a lo que racismo en el deporte se refiere, está lejos de ser el único caso, aunque en otras naciones este tema se ha tratado con mayor severidad.

La Serie A de Italia, la Premier League de Inglaterra, la Ligue 1 de Francia o el futbol alemán también han tenido expresiones de racismo, pero en todas se han ejercido mayores castigos para detener tales actitudes, incluso entre jugadores.

El último castigo en el Calcio fue en abril pasado contra 171 aficionados de la Juventus por cánticos racistas contra el delantero belga del Inter, Romelu Lukaku. Todos ellos fueron vetados de cualquier evento deportivo, multados económicamente y no pueden volver a pisar un campo de futbol como mínimo en los próximos tres años.

En Francia, los clubes reciben multas económicas y les quitan puntos, como ocurrió con el Toulouse, mientras que, en Alemania, en la temporada 2021-22 se suspendieron más de 900 partidos por racismo o discriminación en todas las categorías.

Finalmente, está la Premier League que es ejemplo de la lucha contra el racismo. Aún se recuerda lo sucedido con Edinson Cavani, futbolista uruguayo que jugaba en el Manchester United en 2020, a quien le sancionaron por responder en redes a la felicitación de un amigo con un “gracias negrito”.

Aunque el jugador explicó una y otra vez que no se trató de un insulto, la Federación inglesa le impuso tres partidos de suspensión y una multa de 100 mil libras.

“Y puede haber casos aislados de racismo, pero en los partidos de Inglaterra no hay policía… Aquí parece que vas a la guerra. Furgón enfrente, furgón detrás, furgón a un lado”.

Ancelotti también afirmó que el actual protocolo contra el racismo en España es “obsoleto”. Nunca es tarde para mejorar.

‘No voy a rendirme’

Vinícius agradeció una vez más el apoyo recibido en los últimos meses en Brasil y otros países y se dijo listo para seguir con su batalla contra el racismo.

“Cuenten conmigo, porque los buenos son mayoría y no voy a rendirme. Tengo un propósito en la vida, y si tengo que sufrir más para que las futuras generaciones no pasen por situaciones parecidas, estoy listo y preparado”.

Por su parte, el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti manifestó que tal vez debió haber retirado a sus jugadores del campo tras lo ocurrido con “Vini” y se disculpó por decir que todo el estadio Mestalla coreó gritos racistas contra el brasileño, pero resaltó que ello no menoscaba que se profirieron insultos, ya sea racistas o no.