El deseo de retorno de un equipo que le dio color al futbol mexicano a finales del siglo pasado se ha convertido en una realidad. La Liga del Balompié Mexicano renació a unos Toros, el nuevo equipo de Ciudad Neza que se propone a escribir su propia historia de éxitos y glorias, siempre respetando y tratando de emular el ADN de garra, sacrificio y ganas de sus predecesores.
Con los mismos colores, portando una playera blanca con rayas rojas, medias del mismo color y un toro en el escudo, Neza Futbol Club revive la bravura de los astados del Estado de México, quienes hicieron historia en el balompié nacional, hace más de dos décadas, por su mística, garra y fortaleza.
En entrevista con Reporte Índigo, Luis Páez, quien permanecerá en los libros de historia de Neza Futbol Club, tras haber marcado el primer gol de la institución, reconoce que, pese a que a él no le tocó ver a las figuras de finales de los 90, el nuevo equipo del Estado de México buscará lo mejor de los dos mundos.
“A mí desafortunadamente no me tocó ver al equipo de Toros Neza. He visto algunos de los videos y mis compañeros me han platicado, por eso sé de ellos.
Queremos lograr grandes cosas como ellos, mostrar el valor que ellos mostraron, pero siempre teniendo en cuenta que esta es una nueva institución
Enamorar con nuevas glorias
A 20 años de que el poderoso plantel dirigido por Enrique Meza, que en sus filas contaba con figuras de la talla de Antonio Mohamed, Miguel Herrera, Memo Vázquez, Pablo Larios y Rodrigo Ruiz, se perdiera en la ya extinta Primera División A, el nuevo equipo del Estado de México recuerda con nostalgia a los bureles de 1997, pero pretende enamorar a sus aficionados con sus propios logros.
Para los que pudieron ir a un partido de los “chicos malos del futbol mexicano”, el folclor que irradiaba el equipo partido a partido con las máscaras, cabellos teñidos y jugadas en el terreno de juego que rompían con todos los cánones de la formalidad deportiva, hacían que la pasión y el espíritu deportivo de los aficionados se encendiera.
Con pocos minutos en el nuevo certamen del balompié nacional, el atacante de Neza Futbol Club, Luis Páez, ya demostró ser uno de los futbolistas con más garra; sin embargo, pese a buscar el ímpetu de sus predecesores, para él, la principal virtud es el compañerismo.
“La mística y fuerza con la que jugaban cada partido es admirable. Le ponían otro sabor con las máscaras. Claro que queremos lograr lo que hicieron los Toros Neza en los 90, pero nuestra principal virtud es el compañerismo. Nosotros en los entrenamientos no reclamamos, siempre buscamos apoyarnos y buscar que sea el mejor ambiente en el equipo”, dice.
Nuestra principal virtud es el compañerismo. Nosotros en los entrenamientos no reclamamos, siempre buscamos apoyarnos y buscar que sea el mejor ambiente en el equipo
Crear una nueva historia para Neza y el Futbol
Bajo el mando del estratega, Germán Arangio, quien pasó por los icónicos Toros Neza de los 90, el nuevo equipo de la Liga del Balompié Mexicano buscará que su historia replique la del equipo que lo vio crecer a nivel profesional, pero siempre en búsqueda de forjar su propio legado.
En diversas entrevistas, el “Colorado” Arangio ha señalado que su apuesta es por crear una historia distinta pero basada en el eje del conjunto de los 90, que dejaban todo el esfuerzo en la cancha sin importar el resultado final.
Si bien en el verano de 1997 Toros Neza se convirtió en uno de los planteles más poderosos de la liga mexicana, sus inicios humildes, carácter y perseverancia mostrada en la cancha hicieron que el aficionado del Estado de México se identificara con los valores del club.
Después de 24 años de vivir en México, el ahora entrenador de Neza Futbol Club sabe de la importancia de generar un buen espectáculo en el terreno de juego para ganar seguidores tanto en sus hogares como en las tribunas.
Para el técnico, sus jugadores deben reflejar lo que Nezahualcóyotl es, una tierra de gente “entrona, luchona y perseverante”.
Con redes sociales explotadas al máximo, una porra, “La Mancha de Neza” y jugadores aguerridos, al equipo solo le falta resolver un pendiente, encontrar una casa, pues el campo de Ciudad Jardín no se encuentra en óptimas condiciones para recibirlos como locales.
