Con cuatro temporadas consecutivas de nueve triunfos y siete derrotas, los Titanes de Tennessee se han convertido en un equipo cumplidor, pero su sorprendente fin de año y playoffs los compromete a mejorar esas cifras e intentar meterse hasta el Super Bowl.
La paciencia se acabó con Marcus Mariota y a mitad del calendario 2019 lo mandaron a la banca y el coach Mike Vrabel dio la confianza a Ryan Tannehill, quien había salido sin pena ni gloria de los Delfines de Miami.
Pero Tannehill encontró un equipo con receptores de promedio, que sin ser espectaculares podían capturar sus envíos, pero la revolución titánica se encontró con el corredor Derrick Henry, quien fue líder de la liga en yardas y touchdowns.
Aunque son capaces de marcar una cantidad elevada de puntos, los Titanes de Tennessee requieren de mejorar la defensa, por lo que llega Jadeveon Clowney, quien ya fue dirigido anteriormente por Vrabel, entrenador que demostró estudiar a fondo a sus rivales y que aprendió bien de Bill Belichik cuando fue linebacker de Patriotas.
Tennessee tiene un punto a favor, estar en una de las divisiones más intermitentes, por lo que bien puede pelear por el liderato que ha ocupado Houston, como una mala racha los puede enviar al fondo con los Jaguares.