El alto costo de ser grande

Siete finales oficiales en dos años y medio dicen mucho para Tigres, sin embargo, en buena medida también han sido a costa de una gran inversión monetaria en refuerzos.

Y es que para confeccionar la actual plantilla, el equipo de la UANL (administrado por Cemex) gastó más de 40 millones de dólares en los últimos tres mercados de fichajes, aunque con una peculiaridad: no pagó un solo centavo por su gran estrella André-Pierre Gignac.

El francés llegó como agente libre en el verano de 2015, procedente de Olympique de Marsella, y Tigres sólo pactó su sueldo, el cual se presume es de 1.4 millones de dólares por temporada, de acuerdo con datos revelados por Football Leaks en abril pasado.

Sin embargo, en aquella ocasión los auriazules desembolsaron alrededor de 18 millones de dólares por incorporar a Javier Aquino, Jürgen Damm, Jairo González y el nigeriano Ikechukwu Uche, según cifras del portal Mediotiempo.com.

En el siguiente semestre, luego de ganar el título de Apertura 2015 y disputar la final de la Copa Libertadores 2015, los auriazules soltaron a Uche y González, pero ficharon a dos sudamericanos: el paraguayo Fernando Fernández (comprado en alrededor 3 millones) y el argentino Lucas Zelarayán (adquirido a Belgrano de Córdoba en 5 millones de dólares). En el verano pasado, los felinos habrían pagado 9 millones a Pumas de la UNAM para hacerse de los servicios de Ismael Sosa, “detonando” con ello una “bomba” en el Draft del futbol mexicano, mientras que antes de cerrar los registros lograron traer al francés Andy Delort (8 millones de dolares), proveniente del Caen francés, en un movimiento que se logró gracias a la venta de Alan Pulido a Chivas, por la que Tigres recibió una buena suma de dinero.

De esta manera, los auriazules son un claro ejemplo de que una buena inversión y planificación saben dar dividendos, sobre todo a nivel deportivo, pues para muestra las finales que torneos que han disputado, incluyendo la del presente Apertura 2016.