Tenista ucraniana le niega saludo a la bielorrusa Sabalenka

Marta Kostyuk no quiso darle la mano a su contrincante, quien la derrotó en la primera ronda de Roland Garros. Aryna declaró: "estamos en contra de la guerra"
AP AP Publicado el
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Sin poder dormir la noche previa a su duelo por la primera ronda de Roland Garros contra la bielorrusa Aryna Sabalenka, la ucraniana Marta Kostyuk prendió su teléfono a las 5 de la mañana del domingo para enterarse de las aciagas noticias en su natal Kiev.

Al menos una persona había muerto cuando la capital del país de Kostyuk fue blanco de otro ataque con drones de Rusia desde el inicio de la guerra que iniciaron, teniendo a Bielorrusia como aliado, con una invasión en febrero de 2022.

“Es algo que no puedo describir. Tratar de poner mis emociones a un lado cada vez que salgo a la cancha. Creo que lo hago mejor que antes y no me afecta todo el tiempo, pero a veces no se puede”, reflexionó Kostyuk.

Y es por eso que Kostyuk decidió no cumplir con la rutina de los saludos tras los partidos cuando juega contra rivales de Rusia y Bielorrusia. Por ello, no quiso darle la mano, ni siquiera mirar, tras perder ante Sabalenka, la campeona del último Abierto de Australia y número dos del mundo, por 6-3 y 6-2 en la jornada inaugural de Roland Garros.

Lo que sorprendió a Kostyuk, de 20 años y 39 del ranking, fue la reacción por parte de los espectadores en la pista Philippe Chatrier. Le abuchearon con fuerza al irse directamente a saludar a la jueza de silla en vez de felicitar a la ganadora. La reacción negativa se hizo más sonora mientras guardaba sus pertenencias y se enfilaba al vestuario.

“Debo decir que no me le esperaba”, dijo Kostyuk. “Honestamente, la gente debería estar avergonzada”.

Kostyuk reside en Mónaco, al igual que su madre y hermana. Pero su padre y abuelo siguen en Kiev. Tal vez los espectadores en el estadio principal del torneo no sabían del trasfondo y asumieron que Kostyuk simplemente no cumplía con la habitual etiqueta del tenis.

¿Pensé que los abucheos eran para mí’

Sabalenka, quien se aproximó a la red como si estuviera anticipando algún tipo de saludo con Kostyuk, creyó que los abucheos eran en su contra.

“En un principio, creía que me abucheaban a mí”, dijo. “Quedó algo confundida, no sabía qué hacer”.

Sabalenka le preguntó a la jueza qué estaba pasada. Miró hacia su equipo en las gradas. Y entendió que si bien sabe que Kostyuk y otros tenistas de Ucrania declinan saludar a sus rivales de Rusia o Bielorrusia tras un partido, los espectadores lo ignoraban y respondieron de una manera que Sabalenka consideró poco justa.

“Lo interpretaron como una falta de respeto hacia mí”, dijo.

Sabalenka describió la experiencia como “emocionalmente difícil”, comenzando con el mero nerviosismo que produce el primer partido en un Grand Slam, pero más significativamente por las inusuales circunstancias debido a la guerra.

“Juegas contra una ucraniana y no sabes qué puede pasar. No sabes si la gente te va a apoyar o no”, dijo Sabalenka. “Yo estaba inquieta si la gente iba a estar en mi contra, y no me gusta cuando la gente están tan en mi contra”.

Una reportera de Ucrania le preguntó a Sabalenka sobre cuál era su mensaje al mundo en relación a la guerra, particularmente en este contexto: Podrá desbancar a Iga Swiatek como número uno del mundo en las próximas semanas, dependiendo de los resultados.

Nadie en este mundo, deportistas rusos o bielorrusos, apoyan la guerra. Nadie. ¿Cómo vamos a apoyarla. ¿Por qué tenemos estar diciendo estas cosas? Es como uno más uno es dos. Desde luego que estamos en contra de la guerra”, afirmó. “Si pudiéramos afectar la guerra, pararla, lo haríamos. Pero, desafortunadamente, no es algo que está bajo nuestro control”.

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